¡Por fín ha llegado el día!
¡Me voy de merienda con Cuky y Kim!
Desde Septiembre tenía el día marcado en el calendario, y no puedo creerme de que ya haya llegado.
La verdad es que no puedo estar más contenta, con lo que me gustan a mí las meriendas especiales, y si son dulces, más aún :D
Pero lo mejor sin duda es compartirla con dos grandes amigos del mundo bloguero a los que tengo un cariño especial, como son la encantadora Kim y el gran chef Cuky. Son dueños del blog Cukys cookies, uno de esos blogs que ya forman parte de tus must, de tus blogs amigos, de tus favoritos. De esos que por casualidad conocistes un día y de los que sobran razones para quedarte.
Tantas veces visitando su cocina y disfrutando de sus deliciosas recetas que por fín he podido probarlas de primera mano.
Aunque tengo que reconocer que lo primero que hice fue pedirle un autógrafo a Cuky, no podía resistirme!! Su encanto perruno es irresistible ;)
Ambos son unos anfitriones de los pies a la cabeza, y no pude estar más a gusto con ellos.
Mientras merendábamos, pudimos conocernos mucho mejor. Cuky me preguntó muchas cosas sobre mí y sobre mi blog, le encanta saber de las personas, y yo encantadísima le respondía mientras el olorcito a café y a dulce invadía toda la estancia. Si queréis enteraros bien de nuestra conversación os invito a que visitéis su blog haciendo click en la siguiente imagen:
Yo aprovecho para dejaros otra receta veraniega que bien fácil es y que sienta fenomenal con este caloret :P
Se trata de una ensalada super sencillita que encontré en el blog ¡Qué rico! hace ya tiempo, donde los protagonistas son el tomate y el queso, dos ingredientes que casan fenomenal y que a muchos nos vuelven locos.
Os animo a prepararla y a preparar pan para rebañar bien el plato ;)
Ingredientes:
125 gr. de daditos de queso curado y cheddar
4 tomates
1 cebolla
Sal
Aceite de oliva
Vinagre de Jerez
Orégano
Elaboración:
Pelamos, lavamos y picamos la cebolla en juliana. Lavamos, quitamos el corazón a los tomates y cortamos en trozos. Vamos echando en un plato y por último añadimos los daditos de queso. Echamos sal, orégano, un chorrito de aceite y otro de vinagre. Personalmente a la próxima usaré un vinagre más suave porque me ha parecido que queda un poco fuerte de sabor. Probamos y rectificamos si hace falta.