Todavía recuerdo la primera vez que probé esta ensalada. Yo vivía en Dinamarca y aunque no te lo creas, yo no sabía cocinar. De hecho, ni siquiera sabía cómo alimentarme.
Afortunadamente, mi compañero de piso, Michel, de origen danés, sí que sabía, y de vez en cuando se apiadaba de mi, y preparaba la cena.
Por aquel entonces, no conseguía entender su manía por cocinar con mantequilla. Qué irónico, que yo llevase meses alimentándome a base de pasta y arroz, hubiese engordado séis kilos, tuviese los niveles de energía al mínimo, y todavía fuese a darle lecciones a él sobre lo mala que era la grasa.
Años después por fin he comprendido que la mayoría de los nórdicos siguen una dieta que podría considerarse paleo: usan ingredientes de buena calidad (pescado, carne, verduras) y cocinan mucho en casa, aunque sea porque no les queda más remedio.
Por cierto, en Copenhague, puedes encontrar bastantes restaurantes paleo & raw
Aquí tienes, la receta de la ensalada nizarda o nicoise, que además es apta en el whole30. La original se hace con atún, pero me apetecía salmón ese día (recuerda el Omega 3).
Ingredientes (para dos personas)
250 – 300 gr. salmón (la receta original lleva atún en conserva)
200-300 gr. de patatas
100 gr. de judías verdes
2-3 huevos cocidos
1 taza de tomates cherry
1/2 taza de aceitunas
Aceite de oliva virgen
Sal marina al gusto
Preparación
Llena una olla de agua y ponla a fuego alto y cuece los huevos. Unos 20 minutos desde que comienza a hervir.
Quita las hebras y cortar las judías verdes. Ponlas en una colador que se adapte al tamaño de la olla, y colócalo sobre esta. Puedes usar la misma olla que usamos para los huevos u otra, si quieres ahorrar espacio.
Cuécelas las judías al vapor hasta que se puedan pinchar con un tenedor pero todavía tengan un color verde vivo y firmes al tacto: unos 20 minutos aproximadamente.
Lava y córtalas en cuadrados. Cuécelas siguiendo el mismo procedimiento que con las judías. Unos 20-30 minutos.
En una sarten a fuego medio-alto, coloca el salmón hasta que esté dorado por ambas superficies.
En un plato, coloca las judías como base, y reparte el resto de los ingredientes como gustes.