¿Sabéis que las carrilleras de cerdo se consdieran casquería? No sé si, de haberlo sabido antes de cocinarlas, me hubiera decidido... En fin, que sí, que yo sabía que se trataba de la carne del carrillo del cerdo (del cerdo en este caso, pueden ser de ternera o de buey también), una carne bien jugosa porque está muy veteadita de grasa. Es difícil cocinarla mal. Pero de ahí a considerarla casquería, hay un trecho.
Y es que una tiene sus prejuicios, qué le vamos a hacer, y es escuchar la palabra casquería y sentarme en la otra punta de la mesa. Que la he comido de niña, eh: la abuela de los cachorritos, cuando todavía no era abuela, la ponía en el plato y a la mamá de los cachorritos cuando aún era cachorrita ella misma, no le quedaba más remedio que comérselo.
Bueno, pues nada, que sepáis que con esta receta que le he robado a Catina y que he adaptado solo levemente, ¡la casquería está buenísima!
La salsa, ya os digo, merece un buen pan.
Vamos ya, con la
receta de las carrilleras de cerdo ibérico al vino tinto
1 kg de carrilleras de cerdo ibérico
1 cebolla
2 dientes de ajo
250 gr. de champiñones
2 zanahorias
1 tomate bien maduro
1 vaso de vino tinto
1 vaso de agua o de caldo de carne o de verduras
sal
aceite de oliva
2 cucharadas de harina
En la cazuela donde vayamos a elaborar el guiso, ponemos 3 cucharadas de aceite de oliva. Mientras se calienta, limpiamos las carrilleras de tendones y grasas (si es posible, mejor que esta tarea la haga el carnicero, pero por si acaso), salpimentamos al gusto y las pasamos por harina.
Freímos las carrilleras a fuego vivo por todas las partes para sellarlas y las reservamos.
En el mismo aceite (puede que haya que añadir una cucharadita o dos mas) sofreímos la cebolla picada al gusto y los dientes de ajo. Cuando empiece a ponerse blanquecina, incorporamos el tomate rallado. Dejamos reducir un par de minutos y añadimos los champiñones limpios y troceados y las zanahorias partidas a nuestro gusto.
Removemos para que se integre todo y ponemos las carrilleras en la olla.
Echamos el vino tinto, manteniendo el fuego fuerte para que se evapore el alcohol. Pasados un par de minutos, añadimos el vaso de agua o caldo, pero solo si es necesario.
Dejamos cocer.
Si es con olla rápida, como es mi caso, unos 15 minutos (dependiendo de cada olla). Si es con olla tradicional, a fuego medio-bajo, una hora aproximadamente, hasta que la carne y las verduras estén tiernas.
Se trata de un guiso delicioso que puede servirse acompañado de patatas fritas (la versión preferida de los cachorritos, por supuesto), con un poco de arroz blanco o con una guarnición a base de coliflor que ya os contaré en otro momento.
Es un plato perfecto para un domingo invernal, de esos en los que después del postre te tumbas en el sofá a ver una peli y después pasas la tarde con los cachorritos y los juegos de mesa. Es un plato que huele a hogar.
Os dejo algunas otras formas para cocinar la carne que podéis encontrar en este blog:
Gulash de ternera, un delicioso guiso húngaro
Ossobuco alla milanese
Pollo strogonoff
PD: Catina, tú sabes porqué hemos hecho esto. Aquí te dejo el listado de las recetas que te han robado las ladronzuelas de mis compañeras para que puedas verlas todas:
Huevos rellenos de atún con tomate, de Amalia
Lomos de salmón con salsa de espárragos, de Isa
Tostas de sobrasada, queso de cabra y miel, de Chus
Rabo de ternera estofado, de Isabel