Hoy toca una receta que tenía muchas ganas de preparar para el blog. Es uno de esos bocados exquisitos que descubres en el restaurante libanés de turno y te dejan muy gratamente sorprendido. Aunque lo descubrí hace muchos años, no ha sido hasta hace unos pocos que me atreví a hacerlo en casa.
Tengo entendido que hay muchas versiones de esta receta. Que se puede hacer con garbanzos, con habas o con otras legumbres. Supongo que también lo que se utilice para condimentarlas es diferente dependiendo de las manos que lo preparen y de la región en concreto donde te encuentres.
Para los que no lo hayáis probado, el falafel es de origen asiático, aunque nosotros, o como mínimo yo, lo conocemos mayoritariamente por los restaurantes de comida libanesa y de oriente medio en general.
Son una especie de croquetas de legumbres, muy sabrosas, que hacen que no eches para nada de menos la carne. Pero son un poco secas, entre otras cosas, porque se utilizan las legumbres sólo rehidratadas, sin cocinar. Podéis encontrar más información sobre el falafel en la wikipedia.
El truco, creo yo, es acompañarlas de una buena salsa. En esta ocasión es una salsa de yogur griego con aceite de oliva, ajo, perejil y limón, que le queda de rechupete.
Ésta es mi versión, surgida después de varios ensayos y errores, y con la ayuda de un ingrediente muy nuevo para mí: la harina de garbanzos, que le da un plus de crujiente a las croquetas. Muchos de los ingredientes no llevarán medidas. Os recomiendo que vayáis probando y rectificando.
Vamos allá.
Ingredientes para unas 28-30 croquetas:
- 400 gr de garbanzos
– cilantro fresco
– perejil fresco
– 4 ó 5 dientes de ajo
– 2 ó 3 cebollas dulces pequeñas
– 1 tomate verde de ensalada
– sal y pimienta
– harina de garbanzos (en su defecto, de maíz o de trigo)
Ingredientes para la salsa (para 4 servicios):
- 2 yogures griegos naturales sin sabores y sin azúcar
– 1 diente de ajo
– ralladura de la piel de medio limón
– 1 manojo de perejil
– 1 cucharada de aceite de oliva
– sal y pimienta
Preparación del falafel:
1.- Ponemos a remojo los garbanzos el día anterior en suficiente agua.
2.- Escurrimos bien los garbanzos y los ponemos por tandas en una picadora o un procesador de alimentos. Tienen que quedar bien triturados, pero no deben ser un puré. Deben conservar una textura granulosa. Los pasamos a un bol donde mezclaremos el resto de ingredientes.
3.- Pelamos los ajos y las cebollas y las trituramos también en la picadora.
4.- Lavamos el tomate, lo cortamos, le eliminamos el agua si tiene y lo añadimos a la picadora.
5.- Añadimos a la picadora un puñado limpio de cilantro y de perejil. Lo trituramos bien y añadimos esta picada al bol de los garbanzos. Mezclamos bien con una cuchara.
6.- Probamos y, si vemos que faltan cilantro o perejil, picamos un poco más y lo añadimos a la mezcla anterior.
7.- Rectificamos de sal y pimienta.
8.- Preparamos un bol o plato con la harina de garbanzos o la que vayamos a usar. Vamos formando las croquetas con la medida de una cuchara, dándoles una forma un poco plana. Las pasamos por harina una vez, las dejamos reposar un par de minutos y las volvemos a pasar por harina.
9.- Freimos en suficiente aceite de girasol para que queden cubiertas, como con las croquetas normales, hasta que tengan un bonito color tostado. Lo ideal es que, cuando las metamos en la sartén, con la ayuda de la espumadera o de una cuchara, les echemos un poco del aceite caliente por la parte superior para que formen costra. Las dejamos escurrir el aceite sobre un plato con papel de cocina.
Preparación de la salsa:
1.- Con un par de horas de antelación, ponemos sobre un colador fino una tela de muselina o, en su defecto, unas cuantas gasas estériles estiradas, cubriendo todo el fondo del colador.
2.- Volcamos los dos yogures sobre el colador, que habremos colocado sobre un bol para que escurra el suero del yogur. Lo dejaremos en la nevera hasta el momento de preparar la salsa.
3.- En un bol donde vamos a preparar la salsa, ponemos el yogur escurrido. Echamos el aceite y mezclamos.
4.- Limpiamos y picamos pequeños los ajos y el perejil. Los añadimos al yogur y mezclamos.
5.- Con un rallador fino rallamos la piel del limón y la añadimos a la mezcla anterior.
6.- Salpimentamos al gusto.
Sugerencias:
Una ración buena puede ser de 4 croquetas. La podéis acompañar con un tarrito con una buena cucharada de la salsa de yogur. Con esto y una ensalada tenéis un comida bien completa, y que pasa de miedo.
Espero que os guste si lo probáis.
¡Que aproveche!