Antes de empezar con la receta de hoy, os dejo con una pequeña recopilación de lo que he estado haciendo este mes, culinariamente hablando, claro. Como alguna vez ya os he dicho, tenía una espinita clavada con algunas masas como el hojaldre, así que he estado haciendo un curso de repostería francesa. Aunque aún no he acabado, quiero compartir algunos de los trabajos del curso y, como también la Castanyada es un evento importante para mí, he incorporado una foto de los panellets al collage, no deja de ser algo que me ha tenido ocupada este último mes.
Además, comparto con vosotros el último ejercicio que he subido al curso: una masa brioche hojaldrada "pá morirse", espero que os guste...
Ingredientes:
500 gr. de harina de semi fuerza (Yo usé la de Mercadona que pone de fuerza, aunque por el índice de proteína es de semi fuerza)
140 gr. de leche fría
150 gr. de huevos batidos (pesados sin cáscara)
60 gr. de azúcar
10 gr. de sal
50 gr. de mantequilla en pomada
300 gr. de mantequilla para hojaldrar
Elaboración:
1) Disolvemos la levadura en la leche
2) Colocamos la harina, el azúcar, la sal, los huevos en el bol de la amasadora y añadimos la leche.
3) Amasamos 10 minutos a velocidad media. Añadimos los 50 gr. de mantequilla en pomada y seguimos amasando unos 8 minutos más. La masa debe quedar elástica y no pegarse en las manos.
4) Hacemos una bola con la masa, le hacemos una cruz con un cuchillo en la parte superior, lo tapamos con un film y lo dejamos reposar media hora.
5) Transcurrido ese tiempo, enharinamos ligeramente la encimera y extendemos la masa haciendo un rectángulo. Lo envolvemos en film y lo metemos en la nevera durante una hora y media.
6) Cuando pase ese tiempo, procedemos al hojaldrado: cogemos los 300 gr. de mantequilla, la cortamos y la envolvemos haciendo un paquete en un trozo de papel de horno. Pasamos el rodillo para dejarla uniforme como mi profe Luis explica aquí.
7) Sacamos la masa de la nevera y la estiramos de manera que quede tres veces más larga que nuestra mantequilla.
8) Con cuidado, la colocamos en el centro, procurando que no llegue hasta el final de los laterales de la masa, así no se saldrá. Doblamos una parte de la masa hasta la mitad, y luego, la otra, de manera que los bordes se rocen.
9) Envolvemos en film y refrigeramos durante una hora.
10) Transcurrido ese tiempo, la sacamos y estiramos y hacemos el primer pliegue sencillo, en total se tienen que hacer tres. Os dejo el mismo enlace de antes para que veáis cómo lo hace Luis en este enlace. Una vez hechos, reservamos en la nevera toda la noche. Para facilitar la faena, la metemos en la nevera entre pliegue y pliegue, así no perderá temperatura.
11) Pasadas al menos 8 horas, cortamos la masa en dos y la estiramos dejándola de unos 3mm de grosor.
12) Cortamos de cada una de las partes un círculo igual, utilizad un plato del diámetro que queráis como guía.
13) Ponemos dos cucharadas de Nutella sobre uno de ellos y la extendemos dejando un centímetro del borde sin untar.
14) Tapamos con el otro círculo y empezamos a dar forma: colocamos un vaso en el centro y apretamos un poco para que quede la marca. Hacemos unos cortes del borde hasta la marca del vaso a las 12, a las 3, a las 6 y a las 9.
15) De cada cuarto, hacemos dos partes más.
16) Cogemos una de las partes, la retorcemos hacia un lado y, la de al lado, hacia el lado opuesto. Así hasta acabar con todas las partes. Pincelamos con huevo batido.
17) Dejamos levar durante una hora y media dentro del horno, sin encender.
18) Transcurrido ese tiempo, volvemos a pincelar con huevo y metemos en el horno precalentado a 180º durante 30-40 minutos, dependiendo del horno y del tamaño del círculo. Si vemos que se dora demasiado (como a mí), tapamos con un papel de aluminio.
19) Sacamos y dejamos enfriar.
Espero que la disfrutéis, yo sigo con mis masas. Hasta muy pronto!!!!
Sandra
Fuente: este post proviene de Cocina para dragones, donde puedes consultar el contenido original.
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