Si tenéis pareja, las fresas con chocolate, resultan súper románticas. Más aún si se acompañan con un buen cava. Pero no hace falta estar emparejado para disfrutarlas. Vuestra familia y amigos os agradecerán eternamente un detalle así, y los más peques de la casa se las tomarán sin rechistar (conste que he hecho la prueba con mis sobrinos).
INGREDIENTES
600 gr de fresas
1 tableta de chocolate negro para fundir
1 tableta de chocolate blanco para fundir
ramitas de menta fresca (opcional)
Otros:
brochetas (palillos largos de madera)
1 esponja tipo pórex
1 cestita de mimbre u otro recipiente adecuado
ELABORACIÓN:
1. Lavamos las fresas y las secamos con cuidado. En cada una insertamos una brocheta por el lado del palito que no está afilado, igual que en la foto.
2. Fundimos a baño de maría, por una parte, el chocolate negro, y por otra, el blanco. Si lo preferís, podéis fundir el chocolate en el microondas, en tandas de diez segundos, removiendo entre una y otra.
3. A continuación, bañamos la mitad de las fresas en chocolate blanco y la otra mitad en chocolate negro. Las clavamos en una esponja tipo pórex mientras se secan y se solidifica el chocolate.
4. Una vez que el chocolate se haya endurecido, pondremos de nuevo a fundir el que nos haya sobrado. Introducimos uno de los chocolates en una manga pastelera con boquilla redonda y estrecha. Decoramos las fresas que previamente habíamos bañado con el chocolate de color opuesto. Repetimos la operación con la otra mitad de las fresas, invirtiendo los colores. Dejamos de nuevo que se sequen, y para eso las pinchamos en el pórex con mucho cuidado de que no se toquen entre sí.
5. Ponemos un un poco de esponja o pórex en un cestito y vamos clavando en él nuestras fresas decoradas. Añadimos una ramitas de menta u otra aromática que nos guste y tendremos un centro de mesa perfecto.
¡Buen provecho!
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