Es día 5 de mes y ya sabemos que eso se traduce en una receta del super reto COOKING THE CHEF, de Ana y Abril. Cada mes nos invitan a cocinar a un chef reconocido. (Pinchad el enlace para saber más sobre el reto y su funcionamiento, es tremendamente adictivo).
Pues este mes nos ha tocado una chef completamente autodidacta y que tras muchas dificultades, se ha conseguido hacer un lugar entre los 50 mejores restaurantes del mundo: Es la chef Ana Roš y su restaurante Hiša Franko en la ciudad eslovena de Kobarid. Muy pocas recetas por la red e ingredientes no del todo accesibles, nos ha hecho muy difícil elegir un plato. El que finalmente he escogido es un plato tradicional esloveno, que se cocina con Tolmin, un queso duro de montaña, madurado en Eslovenia, así que decidí substituir el queso por uno maduro de aquí, y mezclarlo con un puñado de hierbas frescas, ya que ella las usa muchísimo.
Ana Roš es una cocinera que nunca ha pisado una escuela, nunca se ha formado profesionalmente, pero sabe lo que quiere y lo consigue de forma magistral. Con esfuerzo, cueste lo que cueste. Ella es responsable de tomar la cocina tradicional eslovena que tanto se ha diluido, junto con sus ingredientes más clásicos y autóctonos, y traerla al presente aplicando técnicas actuales, vanguardistas e innovadoras. Con los frutos del bosque que cada mañana recolecta, con la leche que se encarga de recoger de las vacas de explotaciones cercanas, con las mejores truchas pescadas en ríos de los alrededores, los quesos mimados por productores locales o el cordero de la mejor calidad elegido en comunión con los pastores que los crían, la propuesta del Hiša Franko trasciende la temporada y la estacionalidad para vivir al día. Para seguir a pies juntillas el ritmo de la naturaleza. Con todos estos elementos, la cocina no puede ser más natural y sorprendente. Contrastes casi imposibles entre sabores que pocos se atreven a juntar en un mismo plato de esta manera. Aderezos a base de flores y tallos con resultados exquisitos. Presentaciones delicadas que maravillan por su precisión, belleza y armonía. Una propuesta a la altura de los mejores restaurantes que uno pueda encontrar, maridada además por la cuidadísima bodega a cargo de Valter Kramar, sumiller del restaurante, marido de Roš, padre de sus hijos y persona con la que ha compartido la vida prácticamente desde el jardín de infancia. La compenetración, claro está, se nota.
Tendré que viajar a Eslovenia para probar la Frika original, pero os aseguro que mi versión está impresionantemente buena. No deja de ser una tortilla cuajada con queso en lugar de huevos…y es que el queso es mi perdición. Las hierbas a porrillo le dan un toque muy especial, no escatiméis. Os dejo aquí el enlace con el recopilatorio de mis compis de reto, y pasamos a explicar la receta!
Ingredientes:
300g de patata
200g. quedo maduro rallado
(yo usé Flor de Esgueva, aunque puede ser parmesano, por ejemplo)
40g. ghee (o manteca de cerdo)
un buen puñado de hierbas frescas picadas (estragón, eneldo, cebollino, orégano, cilantro..)
Preparación:
Cortar las patatas muy finas con una mandolina y sumergir en agua fría unos 15 minutos.
Derretir la grasa en una sartén. Quitar el exceso de humedad de las patatas y freirlas en la grasa, hasta que queden doraditas.
Agregar el queso mezclado con la mitad de las hierbas frescas picadas
Lo dejamos 5 minutos, que se dore, y con mucho cuidado le damos la vuelta para dorarlo por el otro lado, cinco minutos más. Tened en cuenta que hasta que no se enfríe el queso estará blandito y eso complicará un poco el tema de dar la vuelta. Utilizad una tapa o un plato para ello.
Servid con el resto de las hierbas frescas picadas por encima, es una auténtica delicia!
Lentrada Frika by Ana Ros #CookingTheChef ha aparegut primer a Sopaypilla.