Este postre de verano se empezó a hacer allá por 1900 y es uno de los platos más "tradicionalmente daneses" del repertorio, sin embargo, también es una de esas recetas que ya muy poca gente hace en casa (hoy en día se puede comprar envasado). Ese es precisamente el motivo por el que he querido hacer este postre; este es mi aporte para revivirlo entre las generaciones más jóvenes, dentro y fuera de Escandinavia. Es en su origen una receta de aprovechamiento; después de la recogida de la fresa y otras frutos rojos que se había cosechado, los más vistosos se vendían, mientras que los que no tenían tan buen aspecto se aprovechaban haciendo estas gachas.
Lo curioso del caso es que, aunque ya no sea tan común prepararlo, todo el que haya pasado un par de días entre daneses habrá oído el nombre de este postre. De hecho hay varios vídeos en youtube en el que algún danés reta a varios extranjeros a pronunciar el nombre del postre, que resulta todo un trabalenguas para quien no habla danés por la pronunciación de las vocales y la "d" blanda. El nombre del plato, "rødgrød med fløde", se ha convertido así en un indicador de origen para los daneses, lo que, en el anglicismo de origen hebreo, también se llama un shibboleth.
Esta receta la he escogido y preparado especialmente para participar en la etapa de julio de la ruta gastronómica/el reto Cocinas del mundo. La receta, que da para 4 comensales, es de Thomas Herman, un chef de renombre en Dinamarca. Sin más dilación, os dejo con ella y los colores de la bandera danesa.
175 g de frambuesas
100 g de grosella roja
175 g de fresas
2 dl de zumo de frutos rojos, no demasiado intenso (cerezas, frambuesas, grosella...)
100 g de azúcar de caña
1 vaina de vainilla
Unas gotas de zumo de limón
Harina de patata (para la receta tradicional). Si no encontramos, podemos utilizar almidón de maíz (Maizena)
Nata (crema de leche) líquida para montar (sin montar) para cuando sirvamos
Unos cuantos frutos rojos de sobra para decorar
La preparación:
1. Preparamos las frutas: Separamos la fresa del pedículo y las hojas verdes, las lavamos y cortamos en cuartos; lavamos las frambuesas y las grosellas.
2. Llevamos el zumo de frutos rojos, el azúcar y la vainilla a ebullición removiendo a fuego lento-medio.
3. Cuando hierva, incorporamos los frutos rojos y dejamos hervir durante 5 minutos, hasta que todo este blando.
4. Pasamos nuestro preparado por un colador sobre una olla limpia. Yo lo hago en 2 pasos. Primero lo paso por un colador de agujero ancho y me aseguro de presionar la fruta con una cuchara de madera para que pase todo el jugo y el puré posible.
5. Después paso el jugo resultante por un colador de agujero pequeño para deshacerme de absolutamente todas las semillas. De nuevo presiono con la cuchara de madera para aprovechar todo el jugo. Tiramos lo que no pase, que estará lleno de semillas.
6. Entonces disolvemos 2-4 cucharadas de harina de patata en un poco menos de 0,5 dl de agua y la vamos incorporando poco a poco a la olla mientras removemos hasta que adquiera la consistencia gachosa, aunque un poco más líquida, ya que al enfriarse se hace más densa. A partir de que echemos la harina a la olla, no podemos dejar que hierva.
7. Apartamos la olla del fuego y añadimos limón al gusto. Si hace falta añadimos también algo de azúcar. Removemos y dejamos que se enfríe gradualmente a temperatura ambiente antes de refrigerarlo. Se toma frío ;)
8. Cada uno se sirve en un cuenco y sobre la gacha roja se sirve nata (crema de leche) líquida y se espolvorean trozos de frutos rojos que nos hayan sobrado.
¡Buen provecho!
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Bergua*