Buenos días, ¿qué tal ha ido la semana?
La mía un poco dura, después de tantos días de vacaciones se ha hecho dura la vuelta a la rutina, la vuelta a coger el autobús y el tren para ir a las prácticas más todo el tiempo que pierdes entre medio esperando a que lleguen.
La verdad es que no tengo muchas novedades que contar, al volver a las prácticas no he tenido mucho tiempo para nada. Ya no me queda nada para terminar las prácticas aunque me da pena, pero por otro lado agradeceré no hacer tantos km al día. Aunque por otro lado está la incertidumbre de qué va a pasar a partir de junio, pero ya sé que no me tengo que adelantar y tengo que disfrutar de estas últimas semanas, pero qué difícil es.
La receta de hoy tenía muchas ganas de hacerla, como todas vamos. Después de Londres cuando volví a Lanzarote mi padre y yo estábamos viciados al programa de Anna Olson que ponían en Canal Cocina y ahí fue donde vi estas galettes aunque al final no he usado su receta y la he modificado a mis gustos y a los ingredientes que tenía en casa.
Ingredientes (6 unidades)
1 manzana
1 cuchara de canela
1 cucharada de azúcar
Ingredientes para la masa quebrada
390 g de harina
280 g de mantequilla fría
120 g de agua fría de la nevera
50 g de azúcar
1 cucharadita de sal
1 huevo para pintar
Primero preparamos la masa. En un cuenco grande tamizamos la harina junto a la sal.
Incorporamos el azúcar.
Añadimos la mantequilla en trozitos y con las manos las vamos frotando para hacer una especie de migas.
Vamos añadiendo el agua poco a poco y amasamos hasta tener una masa homogénea que no se nos pegue en las manos.
Dejamos enfriar en la nevera.
También podéis hacer la masa en una amasadora con el accesorio de pala.
Pelamos y partimos por la mitad la manzana y hacemos gajos.
Colocamos en un bol, añadimos la canela y el azúcar y mezclamos.
Precalentamos el horno a 170º.
Extendemos la masa enharinando la superficie para que no se pegue.
Hacemos un rectángulo y cortamos seis cuadrados.
En medio colocamos unos gajos de manzana y plegamos los laterales haciendo un pañuelito.
Pintamos con huevo y horneamos 20 minutos.
Conservamos en un recipiente hermético.
Duran varios días, pero el segundo día ya no están tan crujientes así que es mejor comerlos el mismo día.
Feliz semana :)