Buenos días, ¿qué tal ha ido la semana?
Bueno tendría que decir semanas porque la última entrada del blog fue hace casi dos meses, el 17 de junio, y así sin previo aviso abandoné el blog aunque es cierto que avisé por Instagram de que me tomaba un descanso del blog y del Instagram de este. Así que si no me sigues por ahí te recomiendo que lo hagas para no perderte nada.
Lo cierto que las semanas previas a mi descanso habían sido un poco raras. Estaba terminando las prácticas, estaba sin trabajar y no sabía que iba a hacer cuando estas terminaran. Cuando terminé la carrera sabía que me iba a Londres y lo había estado planeando durante muchos meses así que no tenía esa incertidumbre que tienen muchos estudiantes de “¿Y ahora qué?” y esto sí que me estaba pasando ahora. Además del hecho de vivir en una ciudad relativamente pequeña donde es difícil encontrar trabajo y más de lo que yo quiero.
Pero finalmente he encontrado trabajo, no es el trabajo de mis sueños, pero por lo menos me está dando la oportunidad de ahorrar para el siguiente paso. Así que poco a poco las cosas se han ido asentando aunque es un poco rollo estar cubriendo vacaciones ya que cada semana tengo un horario distinto y en menos de dos meses he pasado por tres tiendas distintas.
Realmente he echado de menos el blog y por si mi fuera habría vuelto antes aunque ya se sabe que en agosto nadie lee blogs y menos se pone a pensar en encender el horno y aunque me moría de ganas de volver por aquí he conseguido aguantar hasta septiembre.
Así que con esta tarta de manzana y toffee que hice para celebrar el cumpleaños de mi abuelo y el día de la madre doy por inagurada la nueva temporada de Repostería Tximeleta. Además esta es una de las recetas que hacía en el restaurante en las practicas. Aunque con algún cambio y algún error en la presentación por las prisas y mi horno viejo.
Ingredientes
2 Masa Quebrada
2 manzanas (podéis elegir la variedad que más os guste, yo suelo coger Pink Lady
150 g de azúcar
Nata (crema de leche)
Mantequilla
Preparamos la masa como indica la receta y la dejamos reposar en la nevera.
Pelamos y cortamos la manzana.
La salteamos con un poco de mantequilla revolviendo para que no se quede pegada en la sartén. La cocinamos hasta que se haya puesto ligeramente blandita. A mi me gusta más dura, en cambio mi abuelo la prefiere más cocinada. Va cuestión de gustos.
Retiramos del fuego y reservamos.
En una sarten o cazo bajo ponemos el azúcar y dejamos que caramelice a fuego medio. Al ser un caramelo seco, y no llevar agua, podemos removerlo ligeramente para que se haga por todas partes iguales.
Cuando el caramelo tenga un color rubio bonito retiramos del fuego y añadimos unas dos cucharadas de mantequilla. Revolvemos y ponemos al fuego un minuto más.
Retiramos del fuego y añadimos un chorrito de nata (crema de leche). Sin dejar de revolver ponemos en el fuego de nuevo hasta que el caramelo se haya disuelto y tengamos nuestro toffee. La cantidad de nata (crema de leche) dependerá de como lo queráis de liquido.
Una vez fuera del fuego mezclamos con la manzana.
Sacamos nuestra masa de la nevera y añadimos la manzana y el toffee ya fríos. Podéis dejarlo así o hacer el enrejado con la masa.
Si hacemos el enrejado pintamos con huevo.
Horneamos a 180º unos 20 minutos. Si vemos que la masa está cogiendo mucho color podemos poner papel aluminio por encima los últimos 10 minuto.
Dejamos enfriar antes de desmoldar.
La tarta se puede comer tanto fria como templada y dura un par de días bien envuelta a temperatura ambiente, si hace mucho calor la podéis guardar en la nevera y meterla un poquito en el horno o microondas antes de comerla.
Feliz semana :)