100 gr de copos de avena
3 cucharadas de semillas tostadas de sésamo
3 cucharadas de almendras picadas
2 huevos
100 cl de leche de soja
50 cl de aceite de oliva
Un sobrecito de levadura tipo Royal
Almendras laminadas para adornar
Con ayuda de un molinillo de café (o cualquier robot de cocina) trituramos los copos de avena hasta conseguir una harina no demasiado fina. Reservamos en un cuenco.
Hacemos lo mismo con las semillas de sésamo y las unimos a la avena.
Añadimos las almendras molidas y la levadura y mezclamos bien.
En un cuenco aparte mezclamos los huevos ligeramente batidos con el aceite y lo
añadiendo al cuenco donde tenemos los ingredientes secos, removiendo cuidadosamente con una espátula hasta que esté todo bien mezclado.
Vamos agregando la leche de soja, removiendo siempre, para conseguir una masa manejable. No debe quedar demasiado fluida ni demasiado seca. Tendrá una textura granulosa, pero es así como debe ser.
Añadimos ahora las almendras picadas y mezclamos bien. Dejamos reposar unos veinte minutos.
Mientras, encendemos el horno a 200º.
Ahora, y sobre la bandeja de horno cubierta con papel sulfurizado, vamos poniendo montoncitos de la masa con ayuda de un par de cucharas. No deben quedar muy juntos porque crecen un poco. Les damos forma más o menos redondeada y ponemos por encima unas almendras laminadas y algunas semillas de sésamo.
Llevamos al horno y dejamos entre diez y quince minutos. Como siempre, fíese de su propia experiencia con su horno. La prueba del pincho le ayudará a saber cuando están cocidas. Finalmente, podemos encender el grill y dejar que se doren un par de minutos. Ojo que las almendras se queman enseguida.
Dejamos enfriar y ya están listas para comer.