Cuando recibí este mes la caja de Degustabox, tuve un gran dilema a la hora de qué ingrediente iba a utilizar para hacer la receta correspondiente. Fíjate que hasta me fui de vacaciones una semana y a la vuelta me tuve que poner de nuevo delante de los ingredientes para inspirarme ya que me gustaban absolutamente TODOS. Finalmente decidí utilizar la miel que incluía la caja, más que nada porque llevaba tiempo con ganas de hacer galletas (la sensación que me provoca el olor a galletas horneándose es indescriptible para mi) y pensé que era un buen momento para hacer estas galletas de miel y canela.
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La miel es como la manzanilla, o te encanta o te produce un rechazo horrible y en mi caso me gustan las dos, incluso la manzanilla con miel Pero no, no os asusteis que estas galletas no tienen ni gota de manzanilla. Se trata de unas crujientes galletas con un riquísimo y suave sabor a miel y a canela. La intensidad de la canela sin embargo es mejor que se la pongas tú, ya que a mi me gusta mucho la canela, pero sin ser el sabor que destaque sobre todos los demás en la receta.
Supongo además que conocéis de sobra las propiedades de la miel pero os cuento algunas de ellas y seguro que os animais a hacer estas galletas tan saludables y deliciosas. Por un lado la miel nos ayuda a combatir el cansancio ya que al contener azúcares de absorción rápida se convierte rápidamente en energía. También posee propiedades antibacterianas sobretodo en procesos de afecciones de garganta. De hecho yo siempre les doy a los niños una cucharadita de miel antes de irse a dormir cuando han estado un poco pachuchos o con tos y de verdad que funciona. También sirve para calmar la molestia de las heridas y quemaduras ayudando a regenerar la piel, simplemente coloca una capa de miel sobre la zona afectada y verás que diferencia! Y bueno, no me enrollo más y os cuento cómo hice estas galletas que por ciento, compartí con mis amigas en una clásica merienda navideña
INGREDIENTES:
500 gr. de harina
170 gr. de azúcar moreno
200 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
150 gr. de miel
1 huevo
1 cucharadita de levadura en polvo tipo Royal
1 ó 2 cucharaditas de canela (yo le pongo 1)
1/4 de cucharadita de sal
ELABORACIÓN:
Tamizamos juntos, la harina, la levadura y la sal y reservamos.
Comenzamos batiendo la mantequilla con el azúcar hasta que se integren bien.
Bajamos la velocidad y añadimos entonces el huevo, que previamente habremos batido un poco y mezclamos hasta que esté bien integrado en la mezcla.
Añadimos ahora la miel y la canela y batimos unos segundos.
Comenzamos a añadir la harina a cucharadas, una cada 5 segundos aproximadamente, hasta terminar de echarla toda.
Amasamos durante 3 ó 4 minutos hasta obtener una masa lisa y homogénea.
Formamos una bola y la tapamos con film transparente y la introducimos en la nevera durante 1 hora. La sacamos de la nevera y la dividimos en tres partes. Con ayuda de un rodillo estiraremos cada una de las tres partes entre dos papeles de hornear, con el fin de que no se pegue la masa al rodillo ni a la encimera. Formaremos tres planchas de 5 mm. de grosor cada una.
Introducimos las planchas en la nevera durante dos horas.
Pasadas las dos horas, sacamos las planchas de la nevera y con ayuda de un corta pastas, daremos forma a nuestras galletas. Puedes utilizar el cortador que más te guste e incluso utilizar varios diferentes, siempre que tomes la precaución de hornear juntas las galletas del mismo tamaño porque si no se harán unas antes que otras.
Vamos colocando las galletas cortadas sobre la bandeja de horno que vayamos a utilizar, previamente forrada con papel para hornear o con un tapete de silicona.
Introducimos las galletas en la nevera durante 20 minutos para que después no pierdan la forma en el horno.
Precalentamos el horno a 170º C. e introducimos las galletas durante 12 ó 15 minutos. Observarás que ya están cuando empiecen a dorarse por los bordes.
Las sacaremos y dejaremos sobre la misma bandeja de horno durante 5 minutos. En ese momento y con ayuda de una espátula las iremos colocando sobre una rejilla hasta que se enfríen completamente.
ALGUNAS ACLARACIONES:
Si no te gusta la canela puedes sustituirla por dos cucharaditas de vainilla y quedan riquísmas también aunque completamente diferentes.