Cuando este año me las volvieron a encargar, casi dije que no porque no me gusta repetir galletas. Pero como no tengo aquí mi cortador de bolsitas de té, pensé que quizá era una buena idea cortarlas a mano y hacerlas algo distintas. Así que aquí están las galletitas en cuestión.
La masa la podemos hacer con cualquier receta buena, mi favorita es mi receta de lima, aunque también se pueden hacer de chocolate, suecas… Estiraremos y mantendremos refrigerada la masa unas cuantas horas antes de proceder al corte.
Cortaremos las galletas enteramente a mano, o podemos aprovechar si tenemos un cortador rectangular, como este tan estupendo de Sugarbelle.
En una hoja de papel haremos el contorno de nuestro cortador y luego trazamos unas líneas para cortar el angulito de arriba -yo soy tan vaga que usé una bolsa de té real como modelo-.
Siguiendo las guías que hemos hecho, cortaremos la galleta con cuchillo. Luego haremos el agujerito con una pajita metálica -¡POR FAVOR, si usas pajitas de plástico haz un favor al medio ambiente y pásate YA a las metálicas!-.
Horneamos como de costumbre, con cuidado de que no se doren demasiado.
Una vez haya reposado la galleta, decoraremos con icing blanco. Cuando esté seco podremos empezar con los pinceles; para colorear se utilizan los colorantes normales diluidos con un poco de vodka u otro alcohol blanco. Sólo tenemos que dejarnos llevar un poquito mientras decoramos.
Podéis ver el paso a paso a cámara super rápida .
Luego ponemos el cordel y los cartelitos, donde podemos escribir lo que nos apetezca. Yo puse Mom y Love a partes iguales a sugerencia de la clienta. ¡Buena idea!
Es bastante difícil que estas galletas queden feas, aunque los pinceles no sean lo nuestro, porque las flores son preciosas siempre.
¡Feliz día a todas las mamás!