Cuando hay una reunión familiar, es el momento de preparar algo diferente, de hacer algún plato en el que podamos ofrecer alguna novedad que nos sirva para dar una pequeña sorpresa. En esta ocasión la idea era realizar alguna empanadilla de entrante, la cuestión estaba con qué relleno, ya que acertar con un gusto para satisfacer a todos, era algo complicado. No nos servían los ingredientes tradicionales. Por suerte Laura que siempre es más atrevida que yo propuso un relleno que era muy posible que gustara a todos.
Para realizar estos girasoles, necesitamos
Ingredientes
1 sobre de empañadillas grandes La cocinera
200 grs. de queso gorgonzola
150 grs. de nueces peladas
1 yema de huevo.
Para empezar colocamos las nueces en una bandeja al horno para tostarlas ligeramente.
El queso lo cortamos en trozos no muy grandes para ponerlo en una cacerola a fuego lento, para que poco a poco se nos convierta en crema, si lo vemos muy seco, se puede añadir unas cucharadas de leche. Es importante removerlo constantemente.
Cuando el queso ya está cremoso, fuera del fuego, le añadimos las nueces tostadas en trocitos, lo mezclamos bien y dejamos que repose un poco.
Preparamos la masa sobre cada una de las hojas que llevan, colocamos en el medio una cucharada colmada y procedemos a colocar encima otra oblea de masa, las cerramos apretando la masa con los dedos y también utilizamos un tenedor para hacer una pequeña marca alrededor.
Dispuestas en la bandeja para el horno, las pincelamos con la yema y en aprox.
10 minutos ya estaban listas.
Esta claro que admiten muchos rellenos, desde un pisto simple de verduras, a una salsa de tomate, atún y huevo duro picadito, etc.
También admiten relleno dulce, una crema pastelera, una crema de chocolate con frutos secos tostados y picaditos.
Otra opción es freírlas, pero en casa nos gustan hacerlas al horno.
Fuente: este post proviene de la cuina dels Peris, donde puedes consultar el contenido original.
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