Las primeras pruebas las hice con café soluble pero el sabor no era el que yo tenía en mente, y es que cuando se trata de café puedo ser muy puntillosa. A base de pensar por fin caí en que podía probar con el café molido que utilizo en la cafetera italiana, pues molí unos pocos granos y sin racanear le añadí un par de cucharadas a la granola y de ahí al horno. No veáis que cambio, esta vez sí que sabía a café, incluso tenía el aroma de un café recién hecho.
Os he dejado, a continuación, todos los pasos para hacerla y si ya habéis hecho alguna de las granolas del blog veréis que es prácticamente lo mismo. También podéis hacerla con otros frutos secos y utilizar diferentes endulzantes, abajo os dejo algunos sustitutos para que nadie se pierda esta granola casera de café porque está deliciosa.
No os olvidéis contarme como os gusta comer la granola, yo he hecho estos vasos con yogur, plátano e higos que he tomado como desayuno y merienda. ¡Etiqueta a #shoothecook en tu foto de Instagram para que no me la pierda!
Granola Casera de Café
La granola casera de café es sin duda una de mis favoritas. Está riquísima, e incluso tiene el aroma de un café recién hecho. Si sois tan cafeteros como yo os va a encantar.
3 tazas de copos de avena integral
1 taza de avellanas
¼ taza de semillas de linaza
1 cdta. de canela molida
2 Cdas. de café molido
Líquidos
1/2 taza de sirope de agave o miel
2 Cdas. de aceite de coco o oliva virgen extra
¼ taza de café expreso
¼ cdta. de esencia de vainilla
Pizca de sal
Para los vasitos
7 yogur natural
1 plátano
2 higos
Precalienta el horno a 180°C y forra una bandeja grande con papel vegetal.
Mezcla los ingredientes secos en un bol.
Para la salsa calienta todos los ingredientes líquidos en un cazo durante un par de minutos o en el microondas. Vierte la salsa sobre el bol de la avena y revuelve hasta que todo este impregnado.
Echa la granola sobre la bandeja de horno y distribúyelo bien en una sola capa sin dejar huecos.
Hornea a 160°C durante 20. Pasados 10 abre el horno y remueve la granola con una cuchara para que se tueste de manera uniforme.
Una vez fuera del horno deja que se enfrié completamente, se queda todavía más crujiente. Guardarla en botes herméticos, preferiblemente de cristal, aguanta unas 3 semanas.
The post appeared first on Shoot the Cook - Recetas fáciles y trucos para fotografiar comida.