Teníamos comida familiar en casa y queríamos algo que se hiciera rápido y vimos esta receta que tenía muy buena pinta, como teníamos todo lo necesario nos lanzamos a realizarla y… ¡nos gustó mucho! Así que coger papel y boli, que esta receta quedará entre vuestras favoritas. ¡A por los delantales y a cocinar!
Ingredientes (4 personas):
600 gr de espinacas congeladas
4 patatas
3 huevos
200 ml de nata (crema de leche) para cocinar
200 ml de leche
50 gr de queso rallado
Nuez moscada
Pimienta
Sal
Preparación:
Primero, pondremos a cocer las espinacas sin descongelar en agua hirviendo con sal. Las tendremos unos 15 minutos, para después escurrirlas y refrescarlas con agua fria. Las apretaremos bien para que suelten todo el agua. Reservamos.
Pelamos y cortamos las patatas en rodajas finitas.
Engrasamos un molde apto para horno con mantequilla y pondremos una base con las patatas cortadas, y encima una capa de espinacas. Cubriremos nuevamente con una capa de patata y de espinacas, para acabar con una última de patata.
Batimos los huevos junto con la nata (crema de leche), la leche, el queso rallado, una pizca de nuez moscada, pimienta molida y sal. Removemos y vertemos sobre las patatas.
Precalentamos el horno a 180º arriba y abajo, y lo meteremos unos 45 minutos, comprobando que se cuaja correctamente.
Servimos caliente.
Ya veréis que éxito, que con muy poco quedará un plato muy rico para toda la familia...no quedará nada en el plato!
Un saludo a tod@s y buen provecho!