El brócoli es una estupenda fuente de vitamina C y de fibra, poco calórico y últimamente se dice que hasta es capaz de frenar el crecimiento de las células cancerígenas.
Hace solo unos años yo solo lo hacía hervido y después me lo comía con mayonesa o lo rehogaba con un poco de ajo y pimentón.
Ingredientes:
1 brócoli.
2 patatas.
1 nuez de mantequilla.
1 cucharada de harina.
200 ml. de leche.
Sal y pimienta y nuez moscada.
1 cucharilla de curry de Madrás.
12 pistachos.
Ponemos una cazuela con agua al fuego e introducimos en ella las patatas peladas y el brócoli lavado y troceado en arbolitos grandes encima. Cuando rompa a hervir, sacamos el brócoli y lo refrescamos.
Bajamos el fuego para continuar la cocción de las patatas a fuego lento para que no se rompan en el proceso. Cuando al pincharlas con un tenedor las notemos hechas, las retiramos también conservando el agua de la cocción.
Ponemos en una sartén una nuez de mantequilla y hacemos con la cucharada de harina y la leche una bechamel. Salpimentamos y ponemos también una pizca de nuez moscada. Añadimos después algo de agua de la cocción de las patatas y el brócoli hasta obtener una bechamel muy ligera y la aderezamos con el curry. Probamos y rectificamos la sazón si fuera necesario.
Troceamos grandes las patatas cocidas y las colocamos en una fuente para horno. De forma alternativa añadimos los trozos de brócoli y salpimentamos ligeramente.
Ayudándonos con una cuchara, vertemos sobre las verduras nuestra bechamel e introducimos el conjunto en el horno a 180 º C. durante 10 minutos o hasta que veamos que las puntas de la verdura empiezan a coger color dorado.
Servimos inmediatamente, bien calentito y con unos pistachos partidos por encima.
Repetirás!