La mejor manera de cocinarlos es sin duda "ofegats" (rehogados). Esta variedad del Maresme contiene mucha agua, y al cocerlos tapados en una cazuela y con el fuego al mínimo, se van haciendo en su propio jugo.
Esta receta parte de las clásicas que se preparan en Llavaneres, Caldes dEstrach y su entorno, y la hemos acabado de "tunear" a nuestro gusto.
Ingredientes
Para 2 - 3 personas
500 g de guisantes frescos (del Maresme lo ideal)
2 cebolletas tiernas (medianas)
2 ajos tiernos (grandes)
1 alcachofa
100 g de daditos de jamón (ibérico mejor)
120 g de butifarra negra
120 g de butifarra del perol (en su defecto blanca)
menta fresca
anís estrellado (1 pieza)
un chorrito de anís dulce
sal
aceite de oliva extra virgen
Preparación
En una cazuela, no muy grande para que los guisantes estén juntos, poner un chorro de aceite de oliva extra virgen y añadir los daditos de jamón. Cuando cojan color retirar y reservar. Este ingrediente se puede sustituir por tocino ibérico por ejemplo. Repetir el proceso con las butifarras, freír un poco, retirar y reservar.
En el mismo aceite sofreír las cebollas y los ajos tiernos, previamente cortadas las verduras en trozos pequeños.
Cuando se han ablandado un poco, añadir la alcachofa, que hemos pelado y cortado en ocho pedazos. Dejar cocer hasta que cojan un poco de color.
Añadir los guisantes y los taquitos de jamón y mezclar. Rectificar de sal (ojo! que el embutido ya lleva).
Disponer la menta y el anís estrellado por encima, y a continuación las butifarras. Añadir el chorrito de anís dulce (con moderación). En principio no hay que añadir agua, la llevan los guisantes, pero si os gustan más caldositos, se puede añadir un poco.
Tapar la cazuela y cocer a fuego mínimo durante aproximadamente treinta minutos. Se remueven, muy poco, sacudiendo la cazuela. Y cuando estén cocidos, al plato!