No recuerdo la última vez que compré hamburguesas hechas en la carnicería. Y cuando digo no recuerdo es porque hace más de una decena de años. Supongo que sería en los primeros de casada, cuando la experiencia en la cocina no era mucha. En casa somos muy “americanos” en este sentido, influenciados de algún modo por nuestro contacto con el continente. Sin embargo, una vez pruebas unas hamburguesas caseras, no hay vuelta atrás.
Para nosotros, se ha convertido en un clásico del sábado. No todos, obviamente. Los niños vuelven hambrientos de sus entrenamientos de fútbol y patinaje. Sí, en sábado, también entrenan. Y a mi se me facilita tener las carnes listas desde la mañana para cuando lleguen saciar su deseo de comer. Éste año también fueron la merienda-cena de la última fiesta de cumpleaños en casa. Los niños quedaron encantados.
La hamburguesa es el icono de la cocina estadounidense. Es un alimento muy popular que, por extensión, ha llegado hasta esta parte del Océano y con una aceptación hoy por hoy demasiado buena. Su popularidad se debe en gran medida a la facilidad de prepararlas a la combinación de ingredientes muy del gusto de todos, mayores y pequeños. Con frecuencia, asociamos las burgers con fastfood o comida basura. Pero no debería de ser así, al menos no con la propuesta de hoy.
Los inmigrantes alemanes de finales del siglo XIX le dieron el nombre a esta forma de comer carne entre dos panes. Ellos lo llamaban “filete estadounidense al estilo Hamburgo“. Hamburgo, en aquella época, disponía del puerto más grande de Europa. La asimilación, por lo tanto, del nombre de la ciudad con el nombre actual de este plato es indiscutible.
Se puso en circulación en una cadena de restaurantes que se llamaba White Castle, allá por 1920, y unos veinte años más tarde, McDonald´s a la que actualmente identificamos con las hamburguesas americanas tal cual, daría el empuje y la popularidad que a día de hoy mantiene este plato. Burger King, Wendy´s, Sonic, son algunos de las cadenas que encontramos en EEUU. A mi particularmente, me vuelven loca las de Wendy´s, aunque también hay algunos restaurantes donde se sirven y que sin ser fast food restaurants ofrecen versiones estupendas, dícese, Chili´s, Applebee´s, TGIF´S Friday, etc. En España, podemos encontrar sitios numerosos restaurantes que ofrecen hamburguesas al más estilo americano e incluso una carta llena de variaciones al estilo europeo o incluso mediterráneas con queso de cabra y jamón serrano.
Ésta es la manera en la que yo las preparo. Es fácil, rápido y sencillo y es bastante más sano cuando sabes qué alimentos lleva. Porque saber lo que estás comiendo es fundamental.
Ingredientes para la carne (8 carnes)
800 g. de carne de ternera recién picada
3 huevos
Pan rallado (cantidad variará dependiendo de lo que admita la carne)
Un casco de cebolla muy picada (casi imperceptible)
1 paquete de bacon ahumado en cubitos
1/4 de pastilla de avecrem
Un chorreón de mostaza
Un cucharadita de perejil seco
Ajo en polvo
Sal
Pimienta
Pon la carne en un bol grande donde se puedan mezclar todos los ingredientes. Salpimiéntala y ve añadiendo los tres huevos batidos. Mezcla a mano o con un tenedor para ir haciendo la masa más homogénea. Sigue con la cebolla, el bacon, el avecrem, la mostaza, el ajo en polvo y el perejil. Una vez esté todo bien integrado, ve añadiendo el pan rallado que admita, dando una textura más seca a la carne y nada pegajosa.
Déjala reposar al menos una o dos horas en el frigorífico antes de hacer las bolas para preparar las carnes.
Para hacerlas, yo tengo un molde de hamburguesas, donde metes la bola, aplastas y retiras. Se pueden hacer a mano, sin ningún problema. El grosor y el tamaño depende un poco del comensal. Obviamente que en casa no es el mismo es de la princesa que la del padre.
Si tienes posibilidades de hacerlas en la barbacoa, le darás un toque extra de sabor. Ya se sabe, “a la parrilla sabe mejor”. Si no, en una sartén tipo parrilla, quedan muy buenas.
Ahora sí, no puede faltar, queso, cebolla frita, aguacate, tomate, lechuga, mayonesa, ketchup, mostaza y estos gajos de patatas especiados que te harán comprobar que es más sano, más rico y mucho más barato comer hamburguesas caseras.
Si, te interesa, puedes ver también la versión de las mini-hamburguesas de pollo con cebolla caramelizada con pan casero.
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