Significa revivir todos los aromas de su infancia
Su familia es fundamentalmente matriarcal
Los hombres están, son importantes, se les ama, forman parte de la vida cotidiana, no cabe duda
Pero llegada la hora de organizar aquellos días, las mujeres se ponen al frente
Días antes, cada una desde un punto diferente del país, empieza a tejer una red de comunicaciones entre ellas, una red del que los hombres son totalmente ajenos
Qué harán, qué llevarán, los horarios de salida, de llegada, la distribución de las habitaciones y así hasta una lista infinita de pequeños detalles
Esto supone cientos de mensajes y llamadas entre todas ellas
Entre las hermanas y las cuñadas. Entre las hijas y la madre. Entre la madre y las tías
Todas mujeres, todas unidas por el hilo invisible de la sangre, de las costumbres
Cada momento pasado al teléfono valía la pena cuando llegaban, con la familia, a la casa del pueblo. La casa de su madre
Los coches van llegando, el corretear de los niños, los abrazos, las risas
Cuando todo está en su sitio, las mujeres se reúnen en la cocina, en un acuerdo tácito y sin palabras, ancestral
Y se hacía la magia. Aquello por lo que ella espera cada año, con una añoranza que le pesa en el pecho y que solo se diluye al entrar en aquella cocina
Se hace la magia y se despiertan los aromas
Lo primero son los pestiños y rosquillas, y aquel barreño lleno de masa preparado por su madre y tías, esperando a tomar forma. El aceite hirviendo al fuego. La canela y el azúcar. Los niños entrando y saliendo, sin dar tiempo a que se enfríen. Queriendo ayudar a rebozarlos, como hicieron ella y sus hermanos tantos años atrás
Porque la historia se repite. Porque nuestra historia se alimenta de los olores y aromas de cuando éramos niños. De aquellos momentos clavados en nuestra memoria, que nos hacen sonreír y llorar por igual
Hablan todo el año unas con otras. Saben lo que les ocurre a las demás. Pero no es lo mismo contarlo mirándose a los ojos, como cuando lo hablan por teléfono. No es lo mismo, es mejor
Porque a ella no le gusta la Semana Santa pero muere, durante largos meses, por que lleguen esos días
Ese momento con su familia, con las mujeres de su familia
INGREDIENTES
1/2 calabacín
1 zanahoria
1/4 de cebolleta
3 cucharadas de queso mozzarella rallado
1 huevo
1 cucharadita de perejil
Pan rallado
Sal
Pimienta
Aceite
ELABORACIÓN
Rallar el calabacín con piel
Poner en un escurridor y con una cuchara ir apretando para que suelte todo el agua
Repetir esto hasta que esté muy bien escurrido
Rallar la zanahoria
Cortar la cebolleta muy fina
En un bol batir el huevo
Añadir el calabacín escurrido, la zanahoria, la cebolleta y el queso
Mezclar
Añadir el perejil, sal y pimienta
Añadir pan rallado
El pan rallado se añade poco a poco, se va mezclando y se va añadiendo hasta conseguir una masa que se pueda manipular y no se pegue en las manos
Dar forma a las hamburguesas
Freír en la cecofry con unas gotas de aceite hasta que estén al gusto
Receta adaptada de El monstruo de las recetas
Consejos de La Farsa
*El pan rallado que he utilizado lleva perejil, así que no le añadí más
*Para dar forma a las hamburguesas he utilizado un molde para hamburguesas. Resulta más rápido, más limpio y más cómodo. Pero se puede hacer con las manos, sin problemas
*He recortado unos círculos de papel horno del tamaño de las hamburguesas para que fuera más fácil darles la vuelta
*Con esta cantidad de ingredientes, me han salido 4 hamburguesas. 3 de 125 g y 1 de 175 g
*Cecofry es una freidora en la que cocinar sin aceite o casi sin aceite