Por ejemplo éste de arándanos, dosis extra de antioxidantes de calidad. Con una base blanca, con nata (crema de leche) y sin huevos, es una receta sencilla y rápida en su elaboración. Y ya ves, tienes postre, merienda, tentempié, ...
Ingredientes
350 g de arándanos
150 ml de nata (crema de leche) líquida
150 g de azúcar
100 g de manzana
1 limón
Para decorar
50 g de arándanos
unas hojitas de menta
Preparación
Lavar y escurrir los arándanos. Pelar y trocear la manzana. Exprimir el limón y colar el zumo.
Poner una cazuela al fuego y echar los arándanos, la manzana, el zumo de limón y 100 ml de agua mineral. Mezclar y cocer a fuego moderado unos seis minutos aproximadamente.
Retirar del fuego, añadir el azúcar y con unas varillas batir ligeramente hasta que se disuelva. Dejar enfriar la mezcla.
Con batidora o vaso, triturar bien la mezcla hasta obtener una textura fina y homogénea. Sin dejar de batir ir añadiendo la nata (crema de leche) líquida hasta que se integre totalmente. Colocar la crema en un bol y enfriar en la nevera.
El helado
Con heladera
Sacar la crema de la nevera, verterla en la heladera y proceder según las instrucciones de la máquina, hasta obtener una textura de crema helada. Colocar en un recipiente adecuado y conservar en el congelador hasta su consumo.
Sin heladera
El proceso es un poco más largo y entretenido pero igualmente efectivo: poner la crema una vez fría directamente en el congelador, pasadas 2-3 horas sacarla y triturar el semicongelado en la batidora para romper los cristales que se vayan formando. Volver a introducir la crema en el congelador. Repetir el proceso 3 veces. Conservar en el congelador hasta su consumo.
Para presentar el helado colocar dos o tres bolas en un bol pequeño y decorar con algunos arándanos frescos y hojas de menta.