Hola de nuevo!!
Antes de nada, disculparme por teneros tan abandonados, ya que apenas he podido visitar vuestras cocinas y dedicaros algunas palabras :(
Al mismo tiempo, he tenido el blog parado, y eso no me gusta nada, así que cueste lo que cueste, voy a sacar tiempo de donde sea y arrancarlo para que vuelva a publicar recetas al menos una vez por semana.
Desde que antes del verano os conté que en el trabajo podían cambiar las cosas, no os había vuelto a decir nada. Me propuse pasar el verano sin pensar en ello, ya que tocaba disfrutar después de todo el año trabajando, y lo conseguí.
Llegó Septiembre y en vez de lamentarme, decidí darle al vuelta al problema y transformarlo. Creo que es de sabios saber aceptar los obstáculos que te da la vida y transformarlos en oportunidades para crecer siempre que se pueda. No es fácil, lo reconozco, pero la experiencia y los años son buenos para eso.
A veces me sorprendo a mi misma y llego a pensar si a veces soy demasiado despreocupada o si algo debería de afectarme más, sientiéndome algo culpable incluso. Pero luego pienso que con sólo una actitud positiva el día a día puede dar un giro de 360º.
Así que de esta manera he llegado a coger el problema por los cuernos, cabalgarlo lo mejor que pueda y sin dejar de sonreir.
Ojalá todos pudiéramos hacer lo mismo, y ojalá todos los problemas fueran así. Pero ante todo, nunca dejéis de intentarlo y no perdáis nunca la sonrisa.
Como esta es una entrada positiva, la coronaremos con una receta 100% dulce.
Siiii, ya sé que no pega un helado a estas alturas, jajaja! :D
Ya sabéis que mis recetas nunca se adecuan a la temporada que estamos. La había dejado abandonada este verano y aprovechando los últimos coletazos de este otoño recién nacido pues he decidio sacarla a la palestra.
Se trata de un helado, mi primer helado con la heladera Lidl. Para darme de collejas ¿verdad? Me la compré el año pasado y he tenido que esperar un año para estrenarla!!
Creo que la receta se ha ganado ver la luz hoy ;)
Espero que os guste.
De nuevo, gracias a los que me visitáis, sois los mejores!!
Receta original: Il Prezzemolo Tritato
Ingredientes:
250 ml. de leche fría semidesnatada
200 ml de nata (crema de leche) para montar
2 cucharaditas de maicena
6 cucharadas de azúcar glass
100 ml. de Baileys
Chips de chocolate negro
Elaboración:
Antes que nada, metemos la cubeta de nuestra heladera en el congelador unas 24 horas antes de hacer el helado.
Ponemos 50 ml. de la leche en un bol y disolvemos en él la maicena. Reservamos. En un cazo calentamos a fuego medio el resto de la leche, la nata (crema de leche) y el baileys. Removemos y subimos el fuego hasta que hierva. Bajamos el fuego entonces, y añadimos la leche con la maicena y el azúcar sin dejar de remover.
Volvemos a llevar a ebullición y cuando hierva bajamos el fuego y removemos unos 15 minutos más para que espese. Pasado el tiempo y aunque no haya espesado mucho, apagais el fuego, verteis en otro cazo que no esté caliente y tapamos con papel film. Es importante que el papel film quede al ras de nuestra crema, es decir, que quede justo encima tocándola, para evitar que quede costra. Dejamos enfriar a temperatura ambiente y cuando ya no esté caliente metemos en la nevera mínimo de 3 a 6 horas.
Pasado el tiempo, preparamos la heladera y mantecamos 30 minutos. Como hacía tanto calor, preparé un bol grande con hielo y lo cubrí con plástico para poner la heladera encima y que siempre estuviera fresquita. Cuando haya cogido la textura de helado, apagamos, ponemos en un táper y añadimos las pepitas de chocolate ahora o en el momento de servir. Reservamos en el congelador.