En España el helado es un producto de temporada, no así en muchos otros países que se consume durante todo el año y las heladerías no paran de funcionar en ningún momento. En muchas cosas somos de costumbres fijas que no hay quien nos cambie, por eso en invierno solemos quedar con nuestros amigos a tomar un café bien calentito y en verano es cuando nos animamos a entrar en las heladerías. Particularmente si no fuera por lo terriblemente friolera que soy, haría helado durante todo el año porque es un postre fácil, con infinidad de variedades y además está riquísimo. Pero efectivamente, yo también prefiero tomarme un café o algo calentito cuando tengo frío, que un helado.
El helado de Cheesecake se ha colocado en el puesto número 1 en mi casa, aunque también es cierto que siempre que hago helado, dicen que ese supera a los anteriores por lo que ya no se que pensar Pero si tengo que dar mi opinión totalmente objetiva, corroboro lo dicho por mi familia, aunque lo más seguro es que esto se deba a que el helado está llenito de galletas
El otro día, aprovechando que venían mis amigas a cenar a casa se me ocurrió hacerles un postre diferente a una tarta o un bizcocho, que es lo que habitualmente les preparo cuando vienen y no es porque se quejen, si no que el otro día mirando el blog de Westwing, una página de muebles y decoración que habitualmente sigo, te daban ideas para, como en este caso, recibir a tus amigas en casa y agasajarlas con por ejemplo un rico helado como el que os traigo hoy.
A mi me ha encantado este helado, su sabor es realmente parecido a lo que es una tarta de queso o cheesecake y además se me ocurrió hacerlo con frambuesas frescas en lugar de mermelada, porque me encanta la fruta fresca y el contraste del dulce del helado con el ácido de las frambuesas, me parece espectacular. Tal vez le eché más galletas de la cuenta eso sí, pero no es de extrañar porque ya sabéis lo que me gustan y tenía la firme intención de que en cada bocado del helado hubiera al menos un trozo de galleta.
INGREDIENTES:
350 gr. de queso para untar
500 ml. de nata (crema de leche) 35% MG
250 ml. de leche entera
125 gr. de azúcar
40 ml. de azúcar invertido (lo puedes comprar o prepararlo tú mismo como te enseño aquí)
Frambuesas frescas o 5 cucharadas de mermelada de fresas
10 galletas
ELABORACIÓN:
En un bol montamos la nata (crema de leche) con el azúcar y reservamos en la nevera.
En otro bol batimos juntos el queso para untar, la leche y el azúcar invertido. Batimos hasta que quede una crema lisa, sin grumos.
Con ayuda de una espátula, mezclamos juntos la nata montada (crema de leche) y la mezcla con el queso, hasta que queden ambas bien integradas.
Introducimos la mezcla en la nevera durante al menos dos horas.
Pasado este tiempo, si tenemos heladera introduciremos la mezcla y seguiremos las indicaciones del fabricante. Añadiremos las galletas troceadas y las frambuesas, cuando la heladera haya terminado el programa y justo antes de meter el helado en el congelador. Con ayuda de una espátula distribuiremos bien las galletas y las frambuesas por todo el helado.
En caso de no tener heladera lo que vamos a hacer es meter la mezcla en un recipiente y lo introduciremos en el congelador durante aproximadamente 1 hora. A partir de entonces, cada 30 o 40 minutos debemos sacarlo y batirlo enérgicamente con un batidor o con unas varillas y lo volveremos a introducir en el congelador. Y así hasta llegar a tres horas. Le añadiremos los trocitos de galleta y las frambuesas, cuando la mezcla empiece a estar congelada pero no lo suficiente como para formar bolas. Lo distribuiremos bien con una espátula para que queden bien integrados por todo el helado.
ALGUNAS ACLARACIONES:
Si optas por hacerlo con mermelada en lugar de frambuesas frescas, añádela justo después de haber echado las galletas y haberlas distribuido por todo el helado. Incorpora la mermelada y remueve muy poquito, solo un par de veces ó tres, con el fin de que la apreciemos al comer el helado y no se integre en la mezcla como un ingrediente más.
Puedes utilizar productos sin lactosa y galletas sin gluten en caso de que alguien tenga alguna intolerancia.