1 trozo de jengibre
Hierba de limón
1 lata de piña en su jugo
200 ml. de nata (crema de leche) para montar
3 yemas de huevo
1 lima
100 g de azúcar
Bombones de chocolate
ELABORACIÓN DE HELADO DE PIÑA
Para preparar el helado de piña empezamos pelando el jengibre. El tamaño del trozo de jengibre no tiene que ser más grande que nuestro pulgar ya que si no el sabor sería demasiado fuerte. Cuando lo tengamos pelado lo rallamos y lo ponemos en un bol.
Añadimos al bol la hierba de limón muy picada.
Abrimos la lata de la piña en su jugo y reservamos cuatro rodajas. Picamos el resto de rodajas y las trituramos, con unas cuatro cucharadas del jugo de la misma piña.
Batimos con una varilla las yemas de huevo con el azúcar para obtener una textura muy espesa.
Agregamos el huevo y la piña triturada al bol con el jengibre y la hierba de limón y añadimos al que va a ser nuestro helado de piña, la nata (crema de leche), muy poco a poco, y vamos batiendo con una varilla.
Añadimos el zumo de la lima y seguimos batiendo hasta que se monte todo bien.
Cortamos las rodajas que habíamos reservado en dados y las agregamos al helado de piña.
Metemos el helado en un recipiente hermético y lo introducimos en el congelador durante, al menos, 8 horas.
Podemos añadir también al helado un poco de fruta escarchada para que el sabor sea algo más diverso.
Es recomendable remover el helado 30-60 minutos, más o menos, para que no se cristalice demasiado y quede más cremoso. Eso o usar una heladera.
Se decora en copa, en este caso con un bombón de chocolate.
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