Aunque habitualmente no suele haber Reto Asaltablogs en agosto, en esta ocasión, el grupo ha decidido agradecer de algún modo a Marga sus desvelos en la organización del grupo y del reto... Yo, a pesar de ser novata, me he unido, porque de bien nacidos es ser agradecidos. Así que, mi primera participación en este reto, que continuaré a lo largo de esta temporada, es esta.
La verdad es que no tuve ninguna duda a la hora de escoger receta, fue un amor a primera vista. Chocolate y chile. Con lo que a mí me gusta el picante... Que nadie se asuste, como bien dice Marga en la receta original, no pica en exceso. El picante realza el sabor del chocolate, que es importante que sea puro, no con leche ni dulce.
A la receta original, que podéis consultar en Azafranes y Canelas, le hice unos cambios mínimos. El primero fue cambiar el chocolate para fundir que usa Marga por cacao en polvo sin azúcar, que es más de mi gusto, y siempre lo tengo en casa. El segundo, cambié la vaina de vainilla por un extracto de vainilla, aunque estoy segura de que queda mejor con la vainilla natural, así que si tenéis oportunidad de usarla, ni lo dudéis.
El tercer cambio, reduje la cantidad de picante, no por mí, que yo lo hubiese dejado tal cual, pero con la esperanza de satisfacer el paladar del resto de la familia... Nada, no lo conseguí, mi marido tiene un qué sé yo con el picante... todo lo que me gusta a mí el picante y las especias en general, pues él nada, que no entra por el aro. Pero ni me inmuté, que me lo comí yo solita tan a gusto...
Espero que os guste mi primera participación en este Reto Asaltablogs, que disfrutéis mucho de esta receta, y que la hagáis sin miedo, que es bueno no, ¡¡buenísimo!! Gracias, Marga, por este recetón que enamora.
Helado {picante} de chocolate
Ingredientes:
3 yemas de huevo.
40 g de azúcar invertido.
200 ml de leche {mejor entera}.
200 ml de nata (crema de leche) para montar {35% materia grasa}.
50 g de cacao en polvo sin azúcar.
1 cucharadita de extracto de vainilla.
2 cucharaditas de pimienta Cayena molida.
1 cucharada de azúcar glas {para montar la nata (crema de leche)}.
Preparación:
1. Ponemos a calentar la leche con la vainilla y la pimienta Cayena molida. No hace falta que hierva, se trata de que preparemos una infusión. Así que cuando veamos que está caliente, simplemente retiramos del fuego y dejamos reposar unos 5 minutos.
2. Colamos la leche con un colador de malla fina, para retirar toda la cayena molida. Volvemos a ponerla en un cazo al fuego, hasta que prácticamente alcance el hervor.
3. Mientras se calienta de nuevo la leche, mezclamos en un cazo las yemas, el azúcar invertido y el cacao en polvo; mezclamos con cuidado de que no queden grumos.
4. Cuando la leche esté a punto de hervir, vamos añadiéndola muy poco a poco y sin dejar de remover a la mezcla de yemas, con cuidado de que no se nos cuajen. Cuando esté todo bien mezclado, lo vertemos de nuevo en el cazo y lo ponemos al fuego, removiendo constantemente hasta que vaya espesando. Han de formarse una especie de natillas.
5. Cuando estén listas, las ponemos en un bol frío y removemos un par de minutos más, para ayudar a que vayan perdiendo temperatura. Colocamos un film sobre la superficie de la crema de chocolate y reservamos en la nevera hasta que esté bien frío, preferiblemente hasta el día siguiente, para dar tiempo a que se asiente bien la crema.
6. La nata (crema de leche) la tendremos también en la nevera, necesitamos que esté bien fría para semimontarla. Este paso se puede ahorrar, y añadir a la leche cuando formamos las natillas, pero a mí me parece que así los helados, al añadirle más aire, quedan más cremosos.
7. Tendremos también en el congelador el recipiente de la heladera {si la utilizamos} durante al menos 24 horas.
8. Al día siguiente, semimontamos la nata (crema de leche) con una cucharada de azúcar glas con ayuda de unas varillas. Cuando esté lista, le vamos añadiendo la crema de chocolate a cucharadas, poco a poco, y mezclando con ayuda de una espátula y movimientos envolventes, procurando que pierda el menor aire posible.
9. Si utilizamos la heladera, vertemos la mezcla en ella, siguiendo las instrucciones de uso de nuestra máquina, y la dejamos en marcha hasta que se haya mantecado bien el helado. Entonces lo retiramos de la heladera, lo ponemos en un recipiente con tapa hermética y lo guardamos en el congelador durante un par de horas al menos, para que se estabilice el helado y termine de congelarse.
10. Si no utilizamos heladera, lo ponemos directamente en un recipiente hermético con tapa, y lo vamos removiendo cada 30-40 minutos, con bastante energía y sin descuidarnos, para romper los cristales de hielo y que nos quede un helado cremoso. Este proceso depende de nuestro congelador, pero suele llevar al menos unas 4-6 horas.