Dos incisiones precisas para llegar al corazón del higo. Luego, hay que proceder al implante que consiste en introducir con sumo cuidado una anchoa, limpia y que haya reposado unas horas en aceite de oliva, en este corazón de color bermellón que empezará a latir de forma acompasada y alegre. El puntito de sal de la anchoa casa a las mil maravillas con el dulzor del higo. El resultado es espectacular. Hay quién prefiere utilizar jamón o foie para insuflar nueva vida al higo. Son variantes que los "cirujanos" de la cocina han ido experimentando para hacer el mejor de los implantes. No cabe la posibilidad de un rechazo por parte de los comensales.
RECETA
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INGREDIENTES
2 o 3 higos por persona.
Una anchoa por cada higo.
Aceite de oliva.
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PREPARACIÓN
Si las anchoas están envasadas a la sal como en nuestro caso, lavar, quitar las espinas y dejar macerar en aceite de oliva unas horas.
Hacer dos cortes a cada higo e introducir una anchoa en cada fruto.
Hay la opción de comprar las anchoas limpias y conservadas en aceite de oliva.