Esta tarde me puse manos en la masa y, efectivamente, llegó ese momento que odié haber empezado con una receta tan hidratada, en el que me dije que nunca escarmiento. Así que, cuando logré sacar los dedos de la masa y me lave las manos, usando la lógica de la experiencia calculé la proporción de harina que me haría falta para esos líquidos y ha funcionado. Queda una masa elástica, pegajosa pero más o menos trabajable. Me han salido 8 bollitos de 100 gr y 1 de unos 50 gramos. El resultado final es el propio de este tipo de masas: bollitos hinchaditos, masa esponjosa, olor de naranja y canela... Una maravilla.
P.D.:Os paso el pesaje de los ingredientes que he utilizado, pues la elaboración está muy bien explicada en el blog de Elena, La cocina está en los genes.
450 gramos de harina de fuerza
3 gramos de sal
70 gramos de azúcar
5 gramos de canela molida y otros 5 gramos de jengibre
25 gramos de mantequilla
1 huevo
200 cc de leche tibia
20 gr de levadura fresca
70-100 gr de pasas sultanas
la ralladura de media naranja
Para el brillo final he usado mermelada de mango al jengibre