Esto ha tenido algo bueno. La receta que os traigo es sencillísima de hacer. Creo que todo lo preparé en máximo unos 15 minutos (y creo que sobraría, pero la receta del frangipane la fui ajustando porque ninguna de las que encontré tenía el punto que esperaba encontrar en la crema). Luego fueron unos 40 minutos de horno, y listo. Casi tan fácil como un bizcocho.
Antes que nada, paso a dejaros la lista (este mes muy cortita) de compañeras de juego. Estoy segura de que os encantarán sus propuestas:
Elvira: asisecomeengranada
Inma: entre3fogones
Maryjose: tapitasypostres
En cuanto al azúcar, probad la crema cuando la hagáis. En casa no nos gustan los postres excesivamente dulces, así que suelo tirar por abajo a la hora de utilizarlo. Probad el frangipane antes de ponerlo en la tarta y, si lo veis necesario, añadidle una cucharada más de azúcar. Eso, como cualquier otra adaptación, queda a vuestra elección.
Bueno, aquí os la dejo y espero que os guste.
Ingredientes para 6 personas:
1 placa de hojaldre redonda (en este caso, refrigerada)
4-5 ciruelas maduras (yo puse amarillas y rojas)
100 g de almendra molida
40 g de azúcar moreno
60 g de mantequilla pomada
2 huevos camperos
20 g de harina floja
azúcar moreno (para la decoración)
almendra laminada (para la decoración)
azúcar glas (para servir)
Preparación:
1.- Ponemos a precalentar el horno a 180 ºC.
2.- Sacamos el hojaldre de la nevera para que se vaya templando un poco.
3.- Ponemos en un bol la mantequilla pomada y el azúcar. Los batimos bien con una batidora de varillas hasta que estén bien incorporados.
4.- Añadimos la almendra molida y batimos, y añadimos los huevos ligeramente batidos (de los que reservaremos un poco para pintar luego el hojaldre). Batimos bien. Si os apetece añadir un aroma a la masa, ron, licor de naranja, por ejemplo, añadid ahora un poquito a la crema y batid.
5.- Incorporamos por último la harina, batimos hasta su completa incorporación y reservamos.
6.- Extendemos el hojaldre en el molde (si es refrigerado, con su papel, y, si es casero, con papel de horno) y sobre él extendemos la crema que acabamos de preparar.
7.- Lavamos y secamos bien las ciruelas, las abrimos por la mitad, sacamos el hueso y las repartimos sobre la crema. Yo he puesto algunas con la pulpa hacia arriba y otras con la pulpa hacia abajo porque lo vi en alguna foto en internet y me pareció que quedaba muy bonito y rústico.
8.- Los bordes que queden libres del hojaldre los doblamos sobre la tarta y, con la pizca de huevo que hemos reservado, pintamos lo que quede visible de la masa.
9.- Repartimos almendra laminada al gusto por encima de la tarta, procurando que no queden láminas muy de punta hacia arriba porque lo más probable es que se quemen en el horno y haya luego que sacarlas.
10.- Finalizamos espolvoreando un poco más de azúcar moreno por encima de la tarta.
11.- Horneamos durante unos 35-40 minutos (depende del horno, de la masa, etc.), hasta que esté doradito y cuando lo toquemos la masa se note crujiente. Si lo veis necesario (yo lo hice) tapadlo con un poco de papel de aluminio durante los últimos 10 minutos.
12.- Una vez horneada, la dejamos reposar. A la hora de servirla se puede espolvorear un poco con azúcar glas para darle un toque final.
Esta tarta se puede servir fría o todavía con un punto de calor. Cada una de las maneras le da un toque que creo que os encantará.
Espero que os gusten, tanto mi receta como las de mis compañeras. Yo me paso en un ratito a visitarlas.
¡Que aproveche!
Fuente: este post proviene de Dulce de Limón, donde puedes consultar el contenido original.
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