Este mes de Octubre me tocó a mi elegir el ingrediente para el Reto Alfabeto dulce que organiza todos los meses Ana de Cook the cake. Cuando por sorteo salio la letra K como inicial para el ingrediente del reto, al contrario de echarme las manos a la cabeza por la dificultad que aparentemente iba a tener para encontrar un ingrediente cuya primera letra fuera la K, me encantó la idea ya que como dice el diccionario, la definición de reto es “Situación difícil con la que alguien se enfrenta”. A mi personalmente me encanta experimentar con cosas nuevas e investigar y si por algún motivo me apunté al reto de Ana hace ya algunos meses, fue precisamente por eso. Y así fue como di con el Kirsch o aguardiente de cerezas ya que es un ingrediente que para mi gusto enriquece muchos dulces y postres dándoles un toque muy particular.
Te presento un espectacular bizcocho con una mezcla de sabores y texturas absolutamente perfectas. Lee bien la receta porque aunque a priori te pueda resultar complicado de hacer, te aseguro que no lo es y cuando lo pruebes por primera vez, estoy completamente segura de que repetirás la receta.
Este dulce típico de Austria, Suiza, de la zona sur de Alemania y además se suele preparar en época navideña, así que si te gusta la receta te recomiendo que lo anotes en la lista de cosas para cocinar esta Navidad, yo al menos ya lo he hecho porque si te digo la verdad, el Kugelhopf es un bollo con un sabor sorprendente, distinto y muy navideño.
La receta no presenta complicación alguna, únicamente tienes que tener paciencia y respetar los tiempos de leudado que requiere la masa para que precisamente el resultado sea tan espectacular y delicioso como al final es.
Se suele hacer en un molde especial que le da su característica forma y que además el propio molde recibe su nombre, pero si no lo tenéis o no lo encontráis, podéis hacerlo en una flanera o en cualquier otro molde.
INGREDIENTES:
350 gr. de harina de fuerza
10 gr. de levadura seca de panadero o 20 gr. de levadura fresca prensada
4 huevos L
225 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
100 gr. de azúcar glass
100 ml. de leche templada
1/4 de cucharadita de sal
La ralladura de dos limones
2 cucharaditas de extracto de vainilla
100 gr. de almendras laminadas
220 gr. de uvas pasas
60 ml. de Kirsch o ron blanco
ELABORACIÓN:
Ponemos a macerar las uvas pasas con el Kirsch en un cuenco pequeño y reservamos hasta el momento de añadirlas a la masa.
Ahora vamos a preparar un prefermento para añadirlo posteriormente a la masa final. En un bol echamos la levadura, 50 ml. de leche y 90 gr. de harina. Mezclamos hasta que se integren bien todos los ingredientes. Tapamos el bol con un trapo de algodón y dejamos a temperatura ambiente hasta que doble su tamaño, aproximadamente una hora.
En otro bol mezclamos la harina restante con la sal, el azúcar, el resto de la leche y los huevos. Mezclamos bien hasta obtener una masa uniforme. Esparcimos un poco de harina sobre la encimera y amasamos nuestra masa durante 10 o 12 minutos aproximadamente.
Cuando el prefermento haya doblado su volumen, se lo añadiremos a esta última masa. Una vez estén las dos masas integradas, comenzaremos a añadir la mantequilla en tres veces. Para ello ponemos la masa sobre la encimera ligeramente enharinada y la aplastaremos un poco, dándole forma de torta. Esparcimos 1/3 de la mantequilla con los dedos. como si la estuviésemos untando sobre la superficie y comenzamos a amasar hasta que se integre completamente la mantequilla. Repetimos la operación tres veces más hasta acabar toda la mantequilla.
Cuando esté la mantequilla completamente integrada añadimos las pasas que habíamos dejado macerando, previamente escurridas y mezclamos bien para que se repartan de manera uniforme por toda la masa.
Untamos ligeramente un bol con aceite e introducimos la masa. Lo tapamos con un paño de algodón y dejamos que doble nuevamente su volumen. Aproximadamente 1 hora y media.
Una vez haya doblado su volumen la masa, la aplastamos muy suavemente con la yema de los dedos para que pierda un poco el gas acumulado durante la fermentación.
Precalentamos el horno a 200º C.
Engrasamos un molde de Kugelhopf o el que tengamos, con espray desenmoldante y añadimos las almendras laminadas pegándolas lo largo de todas las paredes del molde y por el fondo.
Vertemos la masa en el molde y dejamos doble su tamaño dentro del propio molde. Lo taparemos con un paño de algodón para que no se seque la superficie. La masa debe llegar hasta el borde del molde.
Introducimos entonces el molde en el horno y horneamos durante 20 minutos a 200º C. Pasado este tiempo bajamos la temperatura a 190º C. y horneamos durante 20 minutos más. Si observas que se está dorando demasiado la superficie, puedes cubrir el molde con papel de aluminio.
Sacamos del horno y desmoldamos sobre una rejilla hasta que se enfríe completamente.
Espolvoreamos con azúcar glass por encima.
ALGUNAS ACLARACIONES:
Pese a los tiempos de levado que necesita la masa para obtener el espectacular resultado final, la elaboración de este dulce no requiere ninguna complicación.