La “leche frita” es otro postre muy típico de la gastronomía española. Su principal ingrediente es la leche, que se aromatiza básicamente con limón y canela, se somete a un procedimiento para que cuaje y después se reboza y se fríe. Para que la leche frita esté en su punto, debe quedar bastante sólida por dentro para que no se deshaga pero lo suficientemente cremosa para que no quede demasiado dura.
En China la llaman “zha xian nai” o “chow lai”, en India, “gulab jamun”,en Italia, “latte dolce fritto” o “crema fritta”, dependiendo en que zona de Italia nos encontremos, y en España, “leche frita”. Traducido, todos significan lo mismo: “leche frita”.
Si pedimos “chow lai” en Guandong en el sur de China, es probable que nos sirvan una mezcla de camarones, hígado de pollo y jamón chino salteados con leche y claras de huevo. Pero en el norte de China, “zha xian nai” es un delicado y crujiente dulce con un centro lechoso parecido a un pudín.
Los italianos disfrutan de dos versiones de leche frita: “latte dolce fritto”, leche frita dulce, popular en el centro y sur de Italia, y la “crema fritta” o “crema frita”. Los nombres pueden parecer exóticos, pero la mayoría de las versiones de leche frita son prácticamente las mismas.
En España, en la zona del Cantábrico, y especialmente en el País Vasco, la llaman “tostadas de crema”, en Galicia se llama “leite frito” y en Cataluña “llet de Pasqua”.
Y ¡cómo no! para multitud de nombres existen miles de recetas para hacer la leche frita: con huevo, sin huevo, con harina, sin harina, con vainilla, con canela, con limón, o con todos los aromatizantes a la vez… así que os voy a dar la mía que es bastante básica y tradicional.
Ingredientes:
1/2 litro de leche entera
un palito de canela
la cáscara de un limón
50 gramos de maicena
100 g de azúcar
Para el rebozado: huevo batido, azúcar y canela en polvo
Preparación:
Aunque su preparación es sencilla es un poquito laboriosa, ya que hay que preparar primero una masa, enfriarla y después rebozarla en porciones.
Guardad medio vaso de leche en la nevera y echad el resto de leche en un cazo, junto con el azúcar, la cáscara de limón y el palo de canela y lo lleváis a ebullición a fuego lento. Cuando empiece a hervir apagad inmediatamente el fuego y dejadlo reposar, tapado, durante unos 15 o 20 minutos.
Transcurrido este tiempo, colad la leche y pasadla a otro cazo. En la leche que hemos guardado en la nevera disolved la maicena y mezcladlo bien. Verted esta mezcla sobre la leche restante y llevadlo a ebullición a fuego lento, para que no espese demasiado rápidamente, removiendo sin parar durante unos 20 minutos,
Volcad la mezcla en un recipiente rectangular y cubridlo con un film de cocina y lo dejáis enfriar en la nevera al menos durante 6 horas, pero mejor si lo preparáis el día antes.
Rebozado: cortad la mezcla, que se habrá cuajado, en porciones cuadradas rectangulares y las rebozáis con maicena y huevo friéndolas en aceite caliente. Cuando estén doradas sacadlas y las dejáis sobre papel de cocina para que absorba el aceite sobrante.
Servidlas pasándolas por una mezcla de azúcar y canela en polvo.