La elección fue sencilla. Desde que mi amiga Mercedes me pasó la receta de leche frita que aprendió de su madre, la señora Isaura, tenía en mente publicarla, y esta iniciativa me vino como anillo al dedo. Dentro de la repostería “de convento” la leche frita ha ocupado desde siempre un lugar destacado. Aunque su origen es un tanto incierto, la encontramos en muchos de los recetarios monacales, y hasta existen coplillas que lo atestiguan
“Alacena de las monjas que te dan gloria bendita, pastelillos de toronja, y dulces de leche frita”
Os dejo aquí los ingredientes y la preparación tal y como Mercedes me enseñó. Os aseguro que el resultado es… bocatto di cardinale!
Vamos pues con la receta. Con estas cantidades a mi me salieron 24 porciones:
Litro y medio de leche (mejor si es entera)
8 cucharadas de harina de trigo
2 cucharadas de harina de maíz
150 g de azúcar
2 yemas de huevo
La piel de un limón
Una ramita de canela y una pizca de sal
Harina y huevo para rebozar
Aceite suave (mejor de girasol) para freír
Desleímos en un poco de leche fría las harinas, las dos yemas y el azúcar, mezclando muy bien.
Ponemos a hervir el resto de la leche con la piel del limón, la ramita de canela y la pizca de sal.
Cuando hierva la retiramos del fuego y la dejamos infusionar tapada por espacio de, al menos, un cuarto de hora. Transcurrido ese tiempo, retiramos la piel del limón y la canela. Le añadimos la mezcla anterior, que pasaremos previamente por un colador para eliminar algún posible grumo que haya quedado, y de nuevo llevamos el cazo al fuego. Removemos continuamente hasta conseguir una crema bastante espesa.
Volcamos la mezcla en una fuente que habremos engrasado ligeramente con mantequilla o aceite, y dejamos enfriar. Cubrimos con papel film y llevamos a la nevera, (yo suelo dejarla toda la noche)
Al día siguiente ya sólo tendremos que cortar la crema en cuadrados del tamaño que deseemos, y pasarlos por harina y huevo antes de freírlos en abundante aceite de girasol, hasta que estén doraditos. Es importante escurrirlos muy bien sobre una rejilla o papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
Cuando se enfríe un poco pasamos las porciones de leche frita por una mezcla de azúcar y canela, y ya la tendremos lista para servir y disfrutar.
Un postre cremoso, suave, dulce, delicioso, que es todo un “bocado celestial” ;)
Pinchando en el siguiente hashtag #elhábitosíhacealmonjeTS, encontraréis un montón de deliciosas “recetas de convento” que han preparado mis compañeros. Echadles un vistazo, que son todas una maravilla!
Y como a mí me gusta “barrer para casa” y soy una enamorada de mi tierra, aprovecho la ocasión para invitaros a conocer una maravilla que está muy próxima a mi aldea. El impresionante Monasterio de Santa María la Real de Oseira. Si os acercáis hasta la provincia de Ourense, no dejéis de visitarlo. Estoy segura que el denominado por algunos como el “Escorial” gallego por su magnificencia, no os dejará indiferentes.
Sala de las Palmeras
Hasta pronto resalaos!
La “Leche frita, receta de la señora Isaura” también está disponible en audio, en ivoxx
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