Hoy publico el post número 1000 en el blog....ya ha llovido desde el primero. Mañana os traeré el último sorteo que dejé pendiente antes del verano para celebrar el quinto aniversario del blog y que ahora celebra conjuntamente el post número 1000. Es el sorteo más personal de todos los que he hecho hasta ahora, así que mañana os espero por aquí.
Mientras, os traigo una receta que a lo mejor debería ya estar publicada en el blog después de tantas recetas, pero a pesar de tener publicadas varias lasañas, la madre de todas las lasañas, que es la boloñesa, aún no estaba publicada. Es una receta muy laboriosa, y más si le ponemos la pasta casera como es mi caso. Si queréis abreviar podéis ponerle la pasta comprada y también comprar la salsa bechamel, y hacer sólo el relleno, pero claro no es lo mismo hacerla cien por cien casera....pero bueno vosotros decidid las ganas de trabajar que tenéis y si os compensa o no. A mi desde luego que sólo por el resultado me compensa.
INGREDIENTES:
Para la pasta casera (esta vez he usado una nueva receta que no lleva harinas especiales para que podáis hacerla todos en casa):
300 gr. de harina
3 huevos tamaño L
Media cucharadita de sal
2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
Para el relleno:
1 kg. de carne de vacuno
1 cebolleta grande
2 zanahorias
2 latas de tomate triturado (yo las puse de Mercadona, aunque podéis triturar vosotros mismos el tomate y ponerlo natural)
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Pimienta
1 vaso de vino blanco
Para la salsa bechamel:
2 vasos de leche entera
3 cucharadas de mantequilla
2 cucharadas de harina
Sal
Pimienta
Nuez moscada
Queso parmesano para espolvorear
PREPARACIÓN:
Primero elaboramos la pasta, para ello mezclamos los ingredientes y amasamos con las manos o con una amasadora hasta integrar bien. Hacemos una bola con ella y la introducimos una media hora en la nevera. Sacamos y estiramos bien con un rodillo y cortamos en láminas rectangulares o cuadradas. Si tenéis máquina de hacer pasta casera vais pasando con el rodillo varias veces, disminuyendo el grosor hasta conseguir unas láminas bien finas. Vamos cociendo en abundante agua salada durante unos minutos, hasta que veamos que estén tiernas y sacamos con cuidado (no lo hagáis todas a la vez, los suyo es ir cociendo de dos en dos o de tres en tres) y ponemos sobre un paño para escurrir el exceso de agua. Yo he usado en total doce, el resto de masa lo he congelado para otra ocasión, si queréis podéis hacer las laminas y liarlas en papel film individualmente y congelar ya las placas.
Mientras se van cociendo las placas preparamos el relleno, para ello picamos la cebolla finita y cortamos en rodajitas la zanahoria, rehogamos en unas cucharadas de aceite de oliva virgen extra. Cuando esté la cebolla transparente y la zanahoria más blandita añadimos la carne. Salpimentamos y cuando cambie de color y deje de estar cruda añadimos el vino, dejamos evaporar y añadimos el tomate. Dejamos durante unos quince minutos o algo más, hasta que el tomate esté frito. Reservamos hasta su uso.
Por último, preparamos la bechamel, para ello en una sartén ponemos la mantequilla hasta que se derrita, a continuación añadimos la harina y removemos con una cuchara de palo hasta que ésta se tueste y no quede cruda. Añadimos la leche poco a poco sin dejar de remover con unas varillas para que no se formen grumos (en caso de que salgan éstos batiremos con una batidora de brazo y se quitarán). Salpimentamos y añadimos una pizca de nuez moscada.
Montamos la lasaña como vemos en la foto anterior. Para ello engrasamos una fuente de horno tipo Pyrex con mantequilla, ponemos en la base placas de lasaña hasta tapar toda la base, añadimos una capa de relleno, cubrimos de nuevo con unas placas de lasaña, a continuación otra capa de carne que volveremos a tapar con otra de placas de lasaña, sobre la que pondremos la última capa de relleno. Cubrimos con la última capa de pasta, añadimos la bechamel y rallamos un poco de queso por encima. Gratinamos en el horno durante unos diez minutos hasta que se dore la superficie. Sacamos y servimos. Podemos congelar dentro de un táper lo que nos sobre. Sacaremos y descongelaremos en el frigorífico y volveremos a calentar un ratito en el horno y estará como el primer día.
Bueno, pues lo dicho, os dejo con esta lasaña para que disfrutéis de este lunes y os emplazo hasta mañana para que vengáis por aquí a ver el sorteo que voy a poner en marcha.
Lidia.