Y es que la cremosidad es lo que mejor define a este delicioso manjar.
Esa mezcla de sabores que se funden en la boca es, es... no puede describirse.
Mejor que lo probéis y me contéis después que tal...
Por cierto al final de la receta, si aun no os he sorprendido del todo, os dejo un pequeño Bonus que le dara una vuelta de tuerca mas a esta maravilla...
Ingredientes
• 1 litro de leche
• 120gr. de maicena
• 200gr. de azúcar
• 500gr. de calabaza, pelada y troceada
• Una pizca de sal
• 4 yemas de huevo
• Una cucharada de mantequilla
• Canela en rama
• La piel de limón y una naranja, sin parte blanca
• Harina
• 2 huevos para rebozar
• Canela y azúcar para espolvorear (opcional)
Elaboración
Pelamos y troceamos la calabaza en trocitos chiquititos y la ponemos en un recipiente apto para microondas.
Lo programamos 8 minutos a máxima potencia. Terminado el tiempo comprobamos que este blanda. Si no lo estuviera ponemos algún minuto más.
La escurrimos bien en un colador apretándola un poco contra él, hasta que no tenga nada de líquido. La trituraremos con la batidora y la reservamos dejando que se vaya templando.
Del litro de leche apartamos un vaso en el que disolveremos la maicena.
Después le agregaremos las 4 yemas y lo batiremos todo muy bien. Reservamos
El resto de la leche la ponemos al fuego junto a las pieles del limón y la naranja, sin nada blanco y la ramita de canela.
Cuando hierva retiramos del fuego y le añadimos el pellizquito de sal y el azúcar, removiendo bien hasta que esté perfectamente diluido.
Colaremos la leche, para quitar las pieles y la canela y volvemos a poner al fuego.
Cuando empiece a hervir, le agregamos la mezcla de las yemas y la maicena, colándolas también y removeremos constantemente hasta que veamos que va espesando.
Le añadimos el puré de calabaza y seguimos removiendo un poco más al fuego, que se integre todo perfectamente.
Una vez todo bien mezclado, retiramos del fuego, le añadimos la cucharada de mantequilla y removemos hasta que se integre del todo, con el calor residual que tiene se fundirá sin problemas.
Vertemos nuestra mezcla en un recipiente untado con un poco de aceite, para que después sea más fácil de desmoldar. Alisamos bien con una espátula y le ponemos un papel film pegado a la mezcla, para evitar que se reseque y le salga costra.
Lo suyo es que quede como de un dedo de grosor la mezcla, pero bueno eso ya va en gustos.
Dejamos enfriar a temperatura ambiente y una vez frio lo metemos en el frigorífico unas horas.
Pasadas esas horas, desmoldamos y cortamos en porciones.
Las vamos pasando primero por harina y después por huevo batido, escurrimos el exceso de huevo y las freímos en aceite bien caliente, hasta que la veamos doradas por ambas caras.
Las sacamos y ponemos en papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
Una vez frías podéis espolvorear con una mezcla de azúcar y canela molida por encima.
Bonus:
Si queréis darle un toque delicioso y algo diferente también, podéis sustituir la harina del rebozado por galletas Napolitanas molidas. Le dará un toque buenísimo el contraste con la galleta y la canela.
Esta receta ha sido elaborada con las mejores calabazas de las huertas de Conil, gracias a mis amigos y colaboradores de
SCA Las Virtudes