Hoy vamos a comenzar con un breve apunte geográfico. La Tierra de Campos es una extensa comarca castellanoleonesa que incluye parte de las provincias de Palencia, Valladolid, Zamora y León. Presenta un paisaje de campos ondulados de cereales entre los que reclaman la atención bellos palomares de adobe, cada vez en mayor estado de abandono. Los rebaños de ovejas, siempre bajo la atenta mirada del pastor y sus perros, atraen también la atención del fotógrafo viajero y recuerdan tiempos pasados en que las cabezas de ganado se contaban por miles.
Relacionada con ese entorno se desarrolla allí una gastronomía de corte tradicional basada en la calidad de los productos utilizados. Las harinas de trigo empleadas en panes o galletas y pastas, las legumbres, el lechazo churro o los palominos y la carne de caza, son algunos de ellos.
En los pasados días los productores de las lentejas pardinas de Tierra de Campos (I.G.P) nos propusieron participar en una campaña de promoción de este alimento en ocasiones olvidado en los menús actuales y que, por su alto valor nutritivo y las posibilidades culinarias que ofrece, merecería una mayor presencia en nuestras mesas. Aceptamos encantadas y os las presentamos cocinadas a fuego lento con confit de pato de Villamartín de Campos, al que le hemos dado un toque personal con daditos de calabaza, para conseguir un plato muy rico que alimenta sólo con olerlo.
La receta original procede del libro “Gastronomía de Palencia: Historia, alimentos y recetario” obra de Fernando Franco Jubete, un gran conocedor de los alimentos y de la cocina de nuestra tierra, que acaba de ser publicado por Editorial Cálamo y al que deseamos desde aquí el éxito que se merece un trabajo como el que ha realizado. Además estamos supercontentas porque una de nuestras fotos ha sido utilizada en la portada, así que lo consideramos también un poquitín nuestro.
RECETA
INGREDIENTES (para 4 personas)
300 g de lentejas
4 muslos de pato confitado
1 pimiento verde
1/2 cebolla
2 tomates rojos
1 hoja de laurel
Un trocito de calabaza.
.
PREPARACIÓN
Poner las lentejas a remojo en agua fría durante dos o tres horas, de este modo además de quedar limpias de impurezas, la piel aumenta de volumen, es más permeable y no se desprende al cocer.
Echarlas en una cazuela amplia y cubrirlas de agua dos dedos por encima. Ponerlas a hervir con la hoja de laurel.
En una sartén poner a dorar los muslos confitados, una vez que estén dorados reservar.
En la misma sartén y con la grasa del confit de pato hacer el sofrito. Picar la cebolla, el pimiento y la calabaza en trocitos pequeños, y dejar que se pochen a fuego muy lento. Añadir los tomates rallados quitándoles las pepitas y el agua y dejar hasta que el sofrito esté hecho. Poner a punto de sal.
Cuando las lentejas estén blandas incorporamos la sal, el sofrito y finalmente los muslos deshuesados y lo dejamos hervir todo junto durante cinco minutos para que se integren bien todos los sabores. Servir bien caliente.