Si compramos el bacalao salado, lo tenemos que poner en remojo de agua durante 48 horas en total, cambiándola cada 6-8 horas.
Personalmente suelo poner el bacalao a desalar en la nevera, porque así el agua no sufre variaciones y se mantiene a una temperatura estable.
Ingredientes:
4 trozos de lomo de bacalao desalado
1 berenjena
1 pimiento verde grande
1 pimiento rojo grande
1 calabacín grande o 2 medianos
2 tomates maduros
6 cucharadas de tomate frito
4 cucharadas de mayonesa
1 cebolla
harina
4 cucharadas de aceite de oliva suave
cebollino
pimienta
sal
Preparación:
Limpiamos las berenjenas, el calabacín y los pimientos, pelamos la cebolla y cortamos todos en daditos del mismo tamaño. Calentamos 4 cucharadas de aceite en una cazuela y sofreímos primero la cebolla durante 5-8 minutos, a fuego medio.
Incorporamos los pimientos y los rehogamos hasta que empiecen a estar tiernos. Agregamos la berenjena y el calabacín y los rehogamos 15 minutos más, removiéndolo todo de vez en cuando.
Picamos los tomates y los añadimos a la cazuela junto con 4 cucharadas de tomate frito. Salpimentamos y proseguimos la cocción 20 minutos más.
Enharinamos los lomos de bacalao y los freímos en la sartén con bastante aceite. Trasladamos el bacalao a la cazuela con el pisto, añadimos un chorrito de agua y cocemos 5 minutos más.
Antes de servir, decoramos cada trozo de bacalao con una cucharada de mayonesa, media de salsa de tomate y cebollino picado.