son unas galletas que a mi me me encantan, a la vez crujientes y suaves,
con un intenso sabor de almendras.
Además de muy fáciles de preparar, es una buena idea para aprovechar
las claras de huevo que tenemos guardadas en la nevera.
No lo sé vosotras... pero yo estoy siempre en busca de nuevas recetas
que utilicen apenas las claras,
pues tengo constantemente, claras que me sobran en la nevera.
Ingredientes:
125 gramos de almendra molida
110 gramos de azúcar glass
1 cuchara sopera de azúcar
1 cuchara de café de esencia de vainilla
60 gramos de clara de huevos (clara de 2 huevos M)
20 gramos de mermelada de albaricoque
Mezclar todos los ingredientes hasta obtener una masa homogénea.
Con dos cucharas de café hacer bolitas en una bandeja de horno forrada con papel de horno, dejando espacio entre ellas para que puedan crecer en el horno.
Después con los dedos mojados con agua, dar forma as galletas.
Hornear a 160º por 20 a 25 minutos, hasta que los macarons estén dorados por fuera y suaves por dentro. Después de frío se ponen más duros, así que mejor tenerlos blandos al sacarles del horno.
Dejar que se enfríen y sacarles de la bandeja.
Se guardan en botes de galletas bien cerrados por una semana, además, congelan muy bien.