La verdad es que este año hemos notado mucho más la cuesta de enero, volver a las rutinas y por una cosa u otra al final no hemos aparecido por aquí hasta hoy... Menos mal que tenemos a toda la pandilla del Asalta Blogs para ponernos en vereda jajaja.
Además, sabiendo el blog tan rico que teníamos que asaltar no podía saltarme el primer asalto del nuevo año. Porque un blog que se llama Sweet Cookies by Bea promete (y mucho) para una golosa como yo ¿verdad?
Así que me enfundé mi traje de ladronzuela y fui directa a la cocina de Bea en busca de recetas para preparar alguna de sus galletas... Pero ¡ay madre cuando llegué! Aquello era demasiado... Me encontré con recetas tanto dulces como saladas a mogollón a cada cual más rica, así que mi plan de ir directa a por la caja de galletas se fue al traste...
No pude evitarlo y revisé todos los armarios hasta que di con una receta que llevaba mucho tiempo queriendo hacer... ¡estas magdalenas caseras! Bueno, mejor dicho, ya había intentado prepararlas alguna vez en casa, pero siempre acababan pareciéndose más a la base de unos cupcakes que a unas magdalenas... Así que se había convertido en una espinita clavada y ¿qué mejor momento para quitármela que con el asalta blogs?
Además, la receta es de su abuela, así que sabía que iba a ser un éxito seguro y al fin tendría mis deseadas magdalenas con copete ¡y no me equivoqué! He seguido al dedillo su receta y el único cambio que he hecho ha sido prepararla sin la termomix, porque no la tenemos, y hacer la mitad de la cantidad.
Estoy súper feliz de haber descubierto estas magdalenas y sé que nos van a acompañar en más de un desayuno o merienda porque, además de ser súper fáciles de preparar, su sabor es espectacular ¡son como las de toda la vida! Y la miga que tienen... Uff, más esponjosa no puede ser ¡hasta hace ruidito cuando las abres!
Bea, muchas gracias por habernos dejado entrar en tu cocina y mostrarnos recetas tan ricas como esta, ¡ha sido todo un placer!
Ingredientes (para 12 unidades)
2 huevos medianos y 1 pequeño
125 gr. de azúcar
125 ml. de aceite de oliva suave
125 gr. de harina
1 sobre de levadura Royal (16 gr.)
Ralladura de 1/2 limón Preparación
En un bol o con la ayuda de una batidora eléctrica bate los tres huevos un par de minutos y añade el azúcar. Bate hasta que se integren bien los dos ingredientes y la masa blanquee.
Añade la ralladura de limón y bate unos 5 minutos más.
Continúa con el aceite y sigue batiendo unos 3 minutos más.
Sobre el bol de la masa añade la harina y la levadura tamizadas y mézclalo con movimientos envolventes utilizando una espátula o lengua.
Cuando ya estén todos los ingredientes bien mezclados, deja que la masa repose como mínimo una hora en el frigorífico.
Una vez que la masa haya reposado, sácala del frigorífico, remuévela con cuidado utilizando la espátula y distribuye la masa entre los moldes, rellenando solo las 3/4 partes de cada uno. Deja que reposen otro 10 minutos en el frigorífico.
Pon a precalentar el horno a 230ºC, calor arriba y abajo.
Espolvorea un poco de azúcar por encima y mantén la bandeja en el frigorífico hasta que se caliente el horno.
Hornéalas durante 12-14 minutos hasta que tengan un tono dorado. Puedes pincharla con un palillo y si éste sale limpio, las magdalenas ya estarán listas.
Déjalas un par de minutos en la bandeja y luego pásalas a una rejilla para que se acaben de enfriar.
Si quieres que se conserven bien, guárdalas en una caja de lata (aunque creo que desaparecerán mucho antes de cerrar la caja jajaja.).