Las magdalenas son una de las piezas de bollería que más me gusta para desayunar o merendar y si son caseras ya ni os cuento. Intento hacerlas una vez a la semana, las guardo en una caja de lata y se conservan frescas unos 6 días. Además son fáciles y rápidas de preparar y admiten muchas variaciones por lo que son perfectas para dar rienda suelta a nuestro lado creativo. En el blog las hemos preparado dulces y saladas. Estas son de trigo sarraceno, una harina que, desgraciadamente no es muy fácil de encontrar en España (al contrario que en la mayor parte de los países europeos y no solo) pero que es muy sana y no contiene gluten así que es perfecta para los celíacos. Si no dais con ella en el super, la podéis comprar por internet en El Amasadero a un precio más que razonable.
¿Qué necesito?
(Para 12 magdalenas)
300 gr de harina de trigo sarraceno
2 huevos
200 gr de azúcar
180 gr de nata (crema de leche)
180 gr de aceite de oliva suave
Ralladura de un limón (opcional)
75 gr de pasas de corinto
¿Cómo lo hago?
En un bol grande batimos los huevos y los mezclamos con el azúcar, el aceite y la nata (crema de leche). En último lugar añadimos poco a poco la harina tamizada junto con la levadura hasta obtener una masa bastante líquida y sin grumos.
Mezclamos la masa con los 75 gr de pasas y la ralladura del limón.
Precalentamos el horno a 180º.
Colocamos la mezcla en los moldes para magdalenas, llenándolos casi hasta arriba y, por último, espolvoreamos un poco de azúcar encima de cada uno.
Horneamos a durante unos 20-25 minutos y ¡a desayunar!