Ingredientes (para 12 unidades):
- 2 huevos de gallinas felices.
- 140g de azúcar moreno.
- 2 yogures naturales sin azúcar.
- 150g de aceite de girasol o de oliva suave.
- 250g de harina de trigo.
- Ralladura de un limón.
- Zumo de medio limón.
- 1/2 sobre de levadura royal.
- 20g de piñón del país.
- Azúcar perlado.
- 20g de gotitas de chocolate.
Paso a paso:
1. Precalentamos el horno a 200ºC. Batimos el azúcar moreno con los dos huevos hasta que logremos que la mezcla sea mas esponjosa y se claree su color.
2. Añadimos la ralladura del limón. Sobretodo no olvidéis lavarlo bien antes.
3. Poco a poco añadimos el aceite a la masa, conviene ir batiendo mientras lo hacemos. De esta manera se integrará mejor.
4.Añadimos los dos yogures naturales, sobretodo que no lleven azúcar. El yogur es clave en esta receta, así que incorporar dos de la mejor calidad que podáis.
5. Finalmente añadimos la harina y el medio sobre de levadura royal. Tamizarla antes de añadirla a la masa.
6. Si queremos que el toque a limón destaque un poco mas, le añadimos el zumo de medio limón. Si no nos entusiasma demasiado con la ralladura que hemos añadido anteriormente será suficiente.
7. Batimos bien la masa hasta que todos los ingredientes se mezclen por completo. Nos quedará una masa mas bien densa y brillante.
8. Ponemos las cápsulas en el molde y repartimos la masa entre las 12 cápsulas. Las llenaremos hasta los 3/4 del molde aproximadamente.
9. Si queréis se pueden decorar por encima un poco. Mis preferidas sin lugar a dudas con azúcar y piñones, pero también podéis hacerlas con gotitas de chocolate. Esto ya va a gustos.
10. Horneamos a 200ºC con función inferior y ventilador durante 16-18 minutos, dependiendo del horno. Si hay algo que me encanta es ver como crecen en el horno, parece mentira que aumenten tanto su tamaño en tan poco tiempo.
Pasado este tiempo las sacamos del horno, y del molde. Las colocamos sobre una rejilla y dejamos que enfríen. Para que no se resequen ponerlas en una lata, pero siempre cuando estén completamente frías, porque sino se humedecerían.