Buenos días, ¿qué tal está yendo la semana?
La mía un poco desastre, si me seguis por twitter habreis leído ya que el domingo cuando volvía de Lisboa con el temporal estuvimos parados un montón de tiempo en medio de la nada y llegué a Vitoria con cuatro horas de retraso, vamos que me pasé 15 horas en el tren.
Pero vamos por partes.
El miércoles cuando me bajé la aplicación de renfe para meter los billetes me di cuenta que en vez de comprarme la vuelta para el sábado me la había comprado para el domingo y eso sí la habitación la había cogido hasta el sábado así que después del agobio inicial conseguí ponerme en contacto con los caseros y ampliar una noche más la reserva. Mi idea inicial era llegar el domingo a primera hora y dormir toda la mañana y aprovechar la tarde para hacer cosas al llegar el lunes mi idea era ir a la tercera hora de clase para no perder la mañana. Pero al final nada de nada fue llegar corriendo a casa, comer, ir a la autoescuela y luego a la tienda.
Lisboa me gustó mucho, antes de ir consideraba que era mi primer viaje sola, pero después de vivirlo creo que se podría considerar el mes que pasé en Londres a principios de año mi primer viaje en solitario. Una amiga dice que tu primer viaje sola te cambia y ese viaje fue el que me cambió.
Me sorprendió mucho Lisboa porque es una capital muy poco capital. También es cierto que la comparo con Londres, París o Dublin, las únicas ciudades fuera de España que he visitado. Es una ciudad muy cómoda para patearla pese a todas las cuestas que tienen. Yo de hecho cogí muy poco el transporte público, sólo para ir y venir a la estación, ir a Belem y para montarme en el mítico tranvía 28.
Otra cosa que teneis que tener en cuenta dependiendo de la época en la que vayais son las colas, en el puente Lisboa estaba invadida de españoles. También teneis que ir preparados para que vuestros niveles de azúcar en sangre aumenten notablemente, madre mía que golosos son los portugueses, que ricos están los pasteles de Belem y que baratos son los dulces y los cafés.
Poco a poco iré subiendo a mi instagram personal más fotos del viaje.
Hoy os traigo una receta un poco clásica aunque diferente a la vez. Estas navidades mis padres y mis abuelos vienen a pasarlas aqui y mis abuelos se quedarán conmigo en su casa y cada vez que habló con él me pregnta si le voy a hacer muchos dulces. Pensando ideas para navidades me acordé de una cookie que comía siempre en el Ginos cuando iba con mis abuelos y que te la ponían en un molde recien hecha. Quería hacer una versión de esa galleta, pero un poco diferente. La he preparado con un molde de 24 cm pensando que en casa vamos a ser 6 y que a todos nos encanta el dulce, pero siempre la podeis adaptar para un molde más pequeño o más grande.
Ingredientes (molde 24 cm)
300 g de margarina
280 g de harina de arroz
170 g de chocolate negro
120 g de maizena
100 g de panela
100 g de azúcar
1 cucharadita de levadura
1/2 cucharadita de bicarbonato
Sal
Precalentamos el horno a 180º.
Batimos la margarina con la panela y el azúcar.
Añadimos las harinas, la levadura, el bicarbonato y la sal.
Incorporamos el chocolate troceado.
Extendemos en nuestro molde previamente engrasado.
Horneamos durante 25-30 minutos.
Nos vemos el lunes. Feliz fin de semana :)