Hace ya más de 2 décadas que en Melide se celebra una fiesta gastronómica en torno a un dulce propio de la zona, el melindre. Cada segundo domingo de mayo, el pueblo pone en valor su oferta gastronómica en la que el melindre es la estrella.
El melindre es un bocado tradicional y único. Cada maestro repostero de la zona, guarda como un tesoro la receta de sus melindres que ha pasado desde siempre de padres a hijos.
Pese a no ser hija ni nieta de pastelero de Melide, quiero traeros mi receta de este dulce tan típicamente gallego. Los ingredientes son básicos y el proceso sencillo. Deberá quedarnos una pasta seca, que se deshaga en la boca y que compense el poco dulzor de su masa con el glaseado. Si no podéis acercaros a tierras de Melide a catar sus estupendos melindres el día de su fiesta, ois animo a preparar estos pequeños bocados en casa, todo un descubrimiento.
RACIONES: 15 ud.
DIFICULTAD: baja
TIEMPO: 1 hora 30 MINUTOS
MELINDRES:
200 g. HARINA DE TRIGO
20 g. ANÍS
20 g. MANTEQUILLA
4 YEMAS DE HUEVO
200 g. AZÚCAR (para el glaseado)
100 g. AGUA (para el glaseado)
1.- Derretimos la mantequilla y dejamos que se temple antes de continuar. En un bol mezclamos la mantequilla ya templada con las yemas y el licor de anís.
2.- Añadimos, poco a poco, la harina y la vamos integrando con la ayuda de un tenedor.
3.- Volcamos la masa sobre una superficie de trabajo ligeramente enharinada. Trabajamos la masa hasta que nos quede una bola lisa y manejable que no se nos pegue a las manos.
4.- Dejamos que la masa repose durante 1 hora antes de continuar.
5.- Formamos los melindres cogiendo pequeñas porciones de masa, formando un rulo que enrollamos dándole su característica forma de aro.
6.- Vamos poniendo los melindres en una fuente de horno y, con el horno previamente caliente, horneamos 10 minutos a 220ºC con calor por arriba y por abajo sin ventilador.
7.- Una vez horneados dejamos que los melindres se enfríen totalmente sobre una rejilla antes de glasearlos.
8.- En un cazo añadimos el agua y el azúcar y dejamos que hierva a fuego bajo durante 4 o 5 minutos. Colocamos los melindres en un bolk y los regamos con el almíbar recién hecho. Si dejamos que se enfríe se volverá más espeso y no podremos manejarlo.
Con un tenedor y mucho cuidado, este almíbar puede quemarnos bastante si lo tocamos, impregnamos los melindres de su glaseado de almíbar intentando ser rápidos.
9.- Colocamos los melindres glaseados sobre una rejilla y dejamos que se seque el almíbar antes de consumirlos.