Y tras un verano en el que he cocinado poquito (poquito pero algo si que he preparado, ya os lo iré subiendo) el curso vuelve a comenzar. Llega septiembre y con mucha pereza nos metemos en la cocina a preparar el primer reto.
En esta ocasión tocaba dulce y la profe ha sido muy buena y nos ha dado una receta facilita (conservas dulces) y yo que lo he aprovechado para no complicarme la vida porque últimamente no se que hago con las horas del día pero desaparecen sin que haga nada de lo que planeo hacer… en fin, que por ese motivo elegí una receta facilita como lo es la clásica “mermelada de melocotón”.
Que la receta es sencilla y bastante común es indudable, su sabor sin embargo es espectacular… no se como no la había preparado antes, que cosa tan rica, si me apetece comérmela a cucharadas. Ha pasado a ser mi mermelada súper favorita.
La receta es de La Juani de Ana Sevilla y la he preparado con la thermomix. En la receta original venía una cucharadita de vainilla pero como la había terminado le puse 1 vaina con un corte longitudinal, también traía una pizca de canela, pero no me apetecía y la suprimí.
Ingredientes;
800 gr de melocotón en trozos (sin piel ni hueso)
400 gr de azúcar
1 vaina de vainilla
20 gr de zumo de limón
Ponemos en el vaso de la thermo el azúcar, el zumo de limón y el melocotón troceado en cuartos. Picamos 5 seg a velocidad 5.
Añadimos la vaina de vainilla tras hacerle un corte longitudinal y programamos 30 min, 100º, giro a la izquierda, velocidad 2. No colocamos el cubilete para facilitar la evaporación y colocamos en su lugar el cestillo para evitar salpicaduras.
Programamos ahora 15 min, varoma, giro a la izquierda, velocidad 2.
Retiramos la vaina de vainilla.
Ahora ya tendríamos lista la mermelada, si queremos conservarla porque no pensamos consumirla toda en los próximos días (aunque dura bastante y está deliciosa) podemos envasarla.
Lo primero que tenemos que hacer es esterilizar los tarros donde queremos conservar nuestra mermelada, para ello podemos hervirlos junto con las tapas o lavarlos en el lavavajillas (opción mucho mas cómoda que es la que yo elijo)
Llenamos los tarros con la mermelada bien hasta arriba y en caliente (nada mas termine de hacerse), colocamos la tapa y les damos la vuelta hasta que enfríen por completo, así se hará el vacío. Esta es una manera muy cómoda de conservar y os puedo asegurar que yo siempre lo he preparado así, pero es verdad que he leído de gente que se le ha estropeado, así que si queréis aseguraros otra manera de hacer el vació es hirviendo los tarros llenos al baño maría.
De todas maneras estar atentos cuando abrís el tarro que suene el clásico “pop” para estar completamente seguros que estaba bien envasado (aunque seguramente el olor también os daría una pista).
En fin, os invito a pasar por el blog del desafió para echar un vistazo a la diversidad de conservas dulces que han preparado l@s compañer@s AQUI