Tengo la suerte de tener unos vecinos fabulosos que durante todo el año me surten de fruta y verdura. ¿Qué ocurre con esto?, que no es un kilo de algo, si no varios kilos y me las veo y las deseo para darle salida a todo, así que toca preparar conservas o congelar.
Y ese fue el destino de varios kilos de peras, una mermelada de peracon un toque de canela. No es que suela consumirla habitualmente, pero dura tanto en buen estado que no me preocupa lo más mínimo. Además, siempre tenemos la opción de cocinarla al vacío y así nos durará aún más.
Según el tipo de pera y el grado de madurez necesitará un tiempo u otro de cocción, así que habrá que estar atentas.
INGREDIENTES:
Peras.
Azúcar.
Limón.
Canela en rama.
ELABORACIÓN (tradicional):
Pelamos las peras y las troceamos, retirando el corazón y el rabito. Cuando estén todas troceadas las pesamos y añadimos la mitadde su peso en azúcar (para mi es suficiente esa cantidad de azúcar, aunque hay muchas recetas de mermelada que ponen el mismo peso de fruta que de azúcar).
Ponemos las peras y el azúcar en una cacerola junto con un chorrito de limón y una rama de canela. Tapamos la cacerola y cocemos a fuego muy lento hasta que se deshaga.
Una vez que ha terminado la cocción, retiramos la canela y ponemos la fruta en el colador. Una vez que ha soltado todo el caldo, la pasamos por el pasa-puré. Si vemos que nos ha quedado demasiado densa podemos añadir el caldo que habíamos retirado.
ELABORACIÓN (Crock-Pot):
Pelamos las peras y las troceamos, retirando el corazón y el rabito. Cuando estén todas troceadas las pesamos y añadimos la mitadde su peso en azúcar (para mi es suficiente esa cantidad de azúcar, aunque hay muchas recetas de mermelada que ponen el mismo peso de fruta que de azúcar).
Ponemos las peras y el azúcar en laolla lenta junto con un chorrito de limón y una rama de canela. Tapamos la olla y cocemos 10 horas en temperatura baja.
Ya sabéis que según la olla que tengamos y el tipo de pera puede que necesite más o menos tiempo.
Una vez que ha terminado la cocción, retiramos la canela y ponemos la fruta en el colador. Una vez que ha soltado todo el caldo, la pasamos por el pasa-puré. Si vemos que nos ha quedado demasiado densa podemos añadir el caldo que habíamos retirado.