Así que aprovecho para hacer ricas cremas que a los peques les encantan, y como no, postres y dulces. Hoy acompaño la calabaza con chocolate en unos deliciosos bizcochitos, creo que en formato mini estos bundcakes están mas buenos aún si cabe, y luego no hay discusiones a la hora de repartir, ya que el tamaño es el mismo para todos.
Están especiados ya que creo que la calabaza requiere de buenas especias para potenciar todo su sabor, lo que mejor le va sin duda es nuez moscada, canela, jengibre, clavo... en este caso no he querido abusar y lleva canela y jengibre para dar toque picantillo y dulzor.
No aburro más y te dejo por si quieres prepararlo en casa porque tienes calabaza de más y no sabes que hacer con ella.
INGREDIENTES:
210 gr harina
75 gr azúcar
1 1/2 cta levadura
1/2 cta bicarbonato
1/2 cta canela
1/2 cta jengibre molido
1/4 cta sal
280 gr puré de calabaza (receta aqui)
125 ml buttermilk
1 huevo
30 ml aceite suave
100 gr azúcar moreno
30 gr cacao polvo
PREPARACIÓN:
Tamizar harina junto con el azúcar blanco, 1 cta levadura, bicarbonato, canela, jengibre y sal. Reservar.
A parte batir el puré de calabaza junto con 100 ml de buttermilk, huevo, aceite y azúcar moreno. Esta mezcla la vertemos sobre los ingredientes secos y mezclamos bien.
Dividimos la masa en dos cuencos y en uno agregamos 25 ml de buttermilk, 1/2 cta de levdura y el cacao, mezclamos bien.
Engrasamos el molde y vamos alternando ambas masas. Metemos al horno precalentado a 180ºC durante unos 30- 40 minutos.
Dejamos en el molde 10 minutos y desmoldamos sobre rejilla para enfriar totalmente.