¿Qué tal estos días de descanso y diversión? Yo he tratado de desconectar un poquito en una casa rural con unos amigos viendo paisajes preciosos y sin tener que salir de la provincia Alicantina. ¡¡Una escapada muy económica y enriquecedora para estos tiempos de crisis!!
Y estos días me han servido para pensar y reflexionar en varias cosas: Una de ellas de las que me he dado cuenta y que cada vez cobra más peso y sentido es en lo felices que podemos ser con muy poco…
¿Por qué la sociedad nos hemos empeñado en tener una hipoteca, dos coches, plantearnos comprar otra cosa para los puentes y vacaciones, tarjetas de crédito con infinidad de intereses o viajes de lujo y ensueño pagados a plazos o bodas por todo lo alto??? ¿Por qué no leíamos la letra pequeña de las financiaciones? ¿Por qué nos hemos dejado engañar por la promesas de banqueros o amigos consumistas?
Acaso era la ley del más fuerte? La guerra de las comparaciones? El juego de cuanto más tengo más feliz soy?
Estamos acostumbrados a tener de todo, a no pelear por apenas nada, a no valorar las pequeñas cosas y a vivir al día sin ahorros. Hemos querido vivir al límite por aquello de “¿y si mañana estoy muerto?”
Ahora vienen las penas, los agobios… el culpar a otros (que si bien tienen parte de culpa no toda) de nuestros problemas económicos, y todo por la inconsciencia y el dejarnos llevar cuando todo eran facilidades, todo por no pensar… “¿Podré con estos gastos si me despiden o me sube el Euribor?”
Y pensar que nuestros abuelos disfrutaban con un paseo por el parque los domingos o con una tableta de chocolate el día de Reyes!! Y pensar que antes para casarte o que tu hijo hiciese la primera comunión no hacía falta gastarse miles de euros porque se trataba de una comida familiar donde el lujo no importaba… Porque no importaba el qué dirán... sino el compartir ese día con los que realmente se alegraban contigo!!
Quizá deberíamos echar la vista atrás, dadnos cuenta de nuestros propios errores y recordar siempre una frase con la que yo crecí a diario: “LA FELICIDAD ESTÁ EN CREER EN LAS PEQUEÑAS COSAS QUE SIGNIFICAN MUCHO”
Y ahora, si aún seguís leyendo y queréis endulzaros tras esta reflexión amarga aunque realista… Os presento unos mini cupcakes que llevé de postre a una cena de amigos cocineros.
Esta deliciosa receta me la facilitó Miriam del blog Miri-Sugar, la sacó del libro “Cake Days from Hummingbird Bakery” ella los hizo con aroma de agua de rosas tal cual viene en el libro y yo la adapté un poquito para hacer la siguiente:
MINI CUPCAKES DE VAINILLA Y CANELA
Ingredientes (Receta para unos 24 mini cupcakes):
- 80 gr. mantequilla a temperatura ambiente ambiente
- 280 gr. azúcar caster (azúcar normal triturada, es una media entre el azúcar normal y el azúcar glass)
- 240gr. Harina de repostería
- 1 cucharada de levadura
- 1/4 cucharadita sal
- 1 cucharadita de canela en polvo
- 1 cucharada de aroma de vainilla (yo uso el concentrado de Wilton)
- 240ml. leche entera
- 2 huevos L
Preparación:
En la batidora eléctrica con la pala mezclamos la mantequilla, el azúcar, la harina, la levadura y la sal a velocidad baja hasta que esté todo bien integrado y queden pequeños grumos.
Mezclar el agua de rosas con la leche en una jarra o cuenco. Añadir los huevos y batir a mano bien.
Verter 3/4 de la mezcla de leche a la mezcla anterior de la batidora, a velocidad baja. Subir la velocidad hasta que espese la masa.
Bajar los restos, agregar el resto de leche a la masa y la cucharadita de canela.
Mezclar a velocidad media hasta que vuelva a estar todo integrado y quede una masa fina.
Precalentar el horno a 180º durante 5 minutos y preparar las cápsulas para mini cupcakes en nuestro molde de acero o silicona.
Rellenar las cápsulas un pelin menos de 3/4 de su capacidad (crecen bastante) y hornear unos 15 min.
Para acompañar esta receta hice un ganache ¡qué estaba riquísimo! Aquí lo tenéis:
GANACHE DE CHOCOLATE
Ingredientes:
200 gr de chocolate para fundir
200 gr de nata (crema de leche) líquida para montar
Preparación:
Cortamos el chocolate en trocitos pequeños en un bol. Calentamos en un cazo la nata (crema de leche) hasta que esté bien caliente pero sin que llegue a hervir. La vertemos sobre los trocitos de chocolate.
Dejamos reposar unos 5 minutos hasta el chocolate se derrita completamente y removemos lentamente sin que le entre aire a la mezcla.
Dejamos enfriar a temperatura ambiente y luego metemos el ganache en la nevera para que coja consistencia, un mínimo de 4 horas, toda la noche si es verano.
Después batimos con la batidora hasta obtener una crema suave y espesa. La metemos en una manga desechable con la boquilla que vayamos a utilizar. Yo en esta ocasión no usé boquilla, a la hora de decorar los mini cupcakes corté la punta de la manga pastelera.
Para decorar hice unos pequeños girasoles con fondant.
Gracias por llegar hasta aquí y por expresarme vuestra opinión. Os recuerdo que...
Podéis seguirme también en las redes sociales, tanto en Facebook: www.facebook.com/ilusionescolorpastel, como en Twitter: https://twitter.com/#!/IlusionesColorP
Un besazo y a disfrutar con lo pequeño, ¡¡¡La primavera nos lo pone bien fácil!!