Pues seguimos con las recetas navideñas. Me estoy haciendo una lista de las recetas que haré este año por Navidad ya que me he propuesto intentar hacerlo todo casero, y esta es la segunda receta ( la primerísima son las marquesas) que tengo en lista y que haré. Aunque como siga a este ritmo, cuando llegue Navidad las tendré ya aburridas y no haré ( ni comeré) ningún dulce navideño.
Esta receta es muy fácil y se hace en un ratito de aburrimiento que tengáis, eso sí, son muy peligrosas, porque están muy buenas, son pequeñitas y cada vez que pasaba por la cocina cogía alguna. Así que me propuse llevarlas al trabajo, que un pecado compartido es menos pecado, y allí desaparecieron en nada.
Así que ya soy libre para idear la tercera receta navideña, jejeje.
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INGREDIENTES:
200 gr de manteca de cerdo a temperatura ambiente
500 gr de harina
125 ml de vino blanco
1 cucharadita de sal
40 gr de azúcar
azúcar glas para decorar
Precalentar el horno a 180º, calor arriba y abajo.
En un bol mezclar todos los ingredientes, salvo el azúcar glas (recordad que la manteca de cerdo ha de estar a temperatura ambiente). Mezclamos bien todo hasta obtener una masa que se separa muy fácilmente de las manos. (En thermomix, ponemos todos los ingredientes en el vaso y programamos 20 segundos velocidad 6).
Hacemos una bola y alisamos con un rodillo, hasta dejarla de 1 cm de grosor aproximadamente.
Cortamos con el cortapastas elegido( yo escogí uno circular muy pequeñito, por eso se llaman mininevaditos, para no tener tanto sentimiento de culpa cada vez que cojo uno).
Ponemos en la bandeja del horno sobre papel para tal fin.
Horneamos alrededor de 30 minutos.
Al sacarlos del horno, partir uno por la mitad para comprobar que esté bien cocido. Si no lo está volver a meter un par de minutos en el horno.
Dejar enfriar y espolvorear con azúcar glas.
Fácil verdad?.