Hola a tod@s!
¿Nos habéis echado de menos? ¡Nosotras a vosotr@s muchísimo! Hemos tardado un poco más de lo previsto, pero por fin está todo listo para comenzar con esta nueva etapa. ¡¡Seguimos siendo las mismas eh!! No os asustéis, lo único que ha cambiado es la imagen del blog (¡ahora tenemos cosas mucho más molonas!) y, además, hemos decidido que ya es el momento de ponerle cara a la rubia y a la morena, ¿verdad? (ahí nos tenéis súper sonrientes a modo portada del ¡Hola!) ¡Las recetas seguirán siendo fáciles, rápidas, para todos los públicos y buenísimas!
Y lo más importante, antes de comenzar con la receta, queremos daros las gracias a tod@s por estar ahí todos los días y hacer que este pequeño sueño se esté convirtiendo en una gran realidad. Y como hoy es un día de extra celebración y Halloween está a la vuelta de la esquina, qué mejor que hacerlo con esta pedazo de tarta: Muerte por chocolate.
La receta es una mezcla de ideas sacadas de muchos sitios: la base de la tarta se la hemos robado a Sandra Mangas de un plato de su reciente libro (que todos deberíais tener en vuestras estanterías porque es fantástico), el relleno de chocolate es un gran clásico y el toque de caramelo es de ¡Twix! Resultado: inmejorable =).
Es un postre perfecto para cualquier fiesta, y por supuesto Halloween no iba a ser menos. Sí, sí, ya sé que no tiene una imagen muy terrorífica pero? ¿y el susto que se van a llevar vuestros invitados cuando vean esta delicia? Por no decir que alguno que otro puede morir de la indigestión :D ¡Es imposible dejar de comerla! Además, si queréis podéis cambiar la decoración hecha con oreo que hemos utilizado, por unas galletas tumba o una telaraña dibujada en la superficie, ¡a vuestro gusto! ¿Comenzamos?
Ingredientes para la base...
300g. de galletas oreo.
100g. de mantequilla fundida.
Ingredientes para el relleno...
Caramelo: 150g. de azúcar.
15g. de mantequilla.
150ml. de nata (crema de leche).
Ganache de chocolate: 180g. de chocolate negro, también podéis cambiarlo por blanco.
150ml. de nata (crema de leche) líquida.
Con las manos en la masa...
Empezamos preparando la base. Trituramos las galletas oreo (galleta y relleno de nata (crema de leche)) hasta que tengamos una pasta muy fina, como si fuera arena de playa paradisiaca. Si lo hacéis con un robot de cocina ahorraréis tiempo, pero si no tenéis uno a mano, podéis meterlas en una bolsa (por ejemplo las de congelar) y machacarlas con un rodillo de cocina. Mezclamos el resultado con la mantequilla fundida y la extendemos uniformemente por la base del molde que vayáis a utilizar, incluyendo los laterales del mismo. Introducimos en el congelador mientras preparamos la ganache y el caramelo, de esta forma será más sencillo montar la tarta.
Para la capa de caramelo ponemos el azúcar con una cucharada de agua en un cazo. Calentamos hasta obtener una mezcla de color ámbar (marrón para los hombres que sabemos que no lleváis bien las tonalidades :P). Tardará un rato, no seáis impacientes. Retiramos del fuego y vertemos la nata (crema de leche) líquida caliente (importante: tened cuidado con las salpicaduras, no es que sea ácido sulfúrico pero podéis haceros daño). Volvemos a ponerlo en el fuego y añadimos la mantequilla. Lo dejamos durante un minuto y esperamos a que temple, tampoco lo dejéis enfriar porque sino vais a tener que despegarlo con una espátula de obra.
Sacamos el molde del frigorífico y extendemos el caramelo preparado sobre la base de galleta oreo. Dejamos que endurezca mientras preparamos la ganache de chocolate.
Para ello, hervimos la nata (crema de leche) y troceamos el chocolate en un bol de cristal. Vertemos la nata (crema de leche) sobre el mismo. Esperamos 1 minuto y mezclamos, haciendo círculos, con unas varillas manuales. Estará listo cuando tengamos una mezcla homogénea y brillante.
Vertemos la ganache sobre el caramelo y decoramos con unas galletas extras y/o pepitas de chocolate. Enfriar bien en la nevera antes de servir. ¿Preparados para poneros las botas?