Una comida reconfortante para los días fríos de invierno, muy sabrosa y completa. Para personalizar el plato utiliza tu vino blanco favorito.
INGREDIENTES
4 MUSLOS DE POLLO.
CHAMPIÑONES.
ZANAHORIAS.
2 CHALOTAS.
2 DIENTES DE AJOS.
LAUREL.
TOMILLO.
1 CUCHARA DE MOSTAZA DE DIJON.
1 VASO DE VINO BLANCO.
1 CHORRO DE GINEBRA.
HARINA.
SAL Y PIMIENTA.
PREPARACIÓN
1.-Espolvorear los muslos con harina hasta formar una capa ligera. Calienta una cuchara sopera de aceite a medio fuego en una olla y dora los muslos de pollo. Entre 5 y 8 minutos, dándole una vuelta para que no se peguen. Luego retiralos y reserva.
2.- En el mismo aceite, añade una cuchara más de aceite y cocina los champiñones durante 4 minutos hasta que se doren. Retira y guarda junto con el pollo.
3.- Añade un poco más de aceite y pocha las cebollas, las zanahorias junto con el ajo unos 5 minutos o hasta que la cebolla quede blanda y transparente. Añade un chorro de ginebra y flambea.
4.- Añade el vino blanco, el tomillo, la cuchara de mostaza, el laurel, un poco de sal, junto con los champiñones y el pollo. Después de unos minutos vertemos un vaso de agua. Tapamos la olla y dejamos que se cocine unos 30 minutos. Después que el pollo este tierno prueba y rectifica de sal.
Podemos acompañar este plato con papas hervidas o una guarnición de arroz blanco.