Mirad que delicia os traigo hoy. ¿Como algo tan simple y fácil de hacer puede estar tan bueno? Desde luego como en muchas otras recetas, lo que se hace de forma casera no tiene nada que ver con lo que compramos en el súper. Y este es el caso de estas natillas caseras que comparto con vosotros.
En mi casa se terminaron volando y no es para menos... Además a mí que me encantan las natillas, imaginaos cómo las devoré jijijijiji. Esta vez no puedo echarle "las culpas" a otros. En esta ocasión fui yo la mayor depredadora del reino jajajaja.
Hoy también quería compartir con vosotros que estoy muy contenta puesto que vienen mis padres a pasar unos días a casa :) Y tendré tiempo para pasar y disfrutar con ellos, así que pienso aprovecharlo. Ojalá haga buen tiempo para poder ir a la playita jijijiji.
Y dicho esto, vamos con la receta de hoy :)
Ingredientes:
4 Yemas de Huevo.
150 gr. Azúcar.
500 ml. de Leche Entera.
25 gr. Harina fina de Maíz.
1 Rama de Canela.
Galletas María.
Canela en polvo.
Elaboración:
Comenzaremos poniendo en un cazo la leche y la rama de canela y lo ponemos a calentar a fuego medio. Cuando lo llevemos a ebullición apagamos el fuego y lo dejamos tapado infusionando durante unos 10 minutos para que la leche coja aún más el sabor de la canela.
Ponemos la leche con la canela a calentar.
Cuando hierva lo retiramos del fuego y lo dejamos tapado.
Mientras tanto aprovechamos para batir en un bol las yemas con el azúcar y la harina de maiz. Cuando consigamos una mezcla blanquecina y homogénea dejaremos de batir.
Cuando hayan pasado los 10 minutos de infusión de la leche, sacaremos la rama de canela y comenzaremos a verterla en el bol sobre la mezcla anterior. Removemos bien hasta conseguir que todo se integre perfectamente.
Sacamos la rama de canela.
Vertemos la leche sobra la mezcla.
Removemos hasta que todo esté integrado.
Volcamos de nuevo la mezcla sobre el cazo y lo pondremos a fuego bajo. No dejaremos de remover en todo el tiempo que esté al fuego, ya que sino nos pueden salir grumos.
Ponemos la mezcla a fuego bajo.
No dejaremos de remover mientras esté al fuego.
Cuando veamos que empieza a espesar poco a poco y que va a comenzar a hervir es cuando lo retiraremos del fuego (pero no dejaremos que llegue a hervir). Seguiremos batiendo ya apartado unos minutos más. Así nos aseguramos que no queda grumo alguno.
Cuando espese y antes de hervir lo retiramos del fuego.
Ahora sólo nos queda verterlo en cazuelitas individuales o una grande y ponerle las galletas al gusto por encima. Luego lo dejamos templar a temperatura ambiente para luego meterlo en la nevera al menos 12 horas.
Consejo:
Para que no le salga costra al meterlo en el frigorífico lo mejor es ponerle papel film pegado a la crema.
Y listo. A la hora de servir le espolvoreamos canela en polvo y ya tendremos nuestras natillas hechas.
A mí con las galletas me encantan, esa mezcla en la misma cuchara de natilla con trocito de galleta... Ummmmm. Espero que os haya gustado y que la probéis.
Besitos y nos vemos en la próxima receta que se nos avecina ;)