Esta semana os traigo una receta que me picó la curiosidad cuando preparé el Flaó o Pastel de Queso Ibicenco que publiqué hace unas semanas. Los Orelletes son uno de los postres más famosos en todas las celebraciones ibicencas, los “orelletes”.
Cuando vi la receta me pareció muy similar a otros postres tradicionales como las rosquillas fritas que me enseñaron a elaborar en el taller de Miele de las últimas navidades o las que preparaba mi abuela cuando ye era pequeño, por eso me he animado a prepararlos!
Lo cierto es que no es fácil encontrar la receta original por Internet así que para este verano creo que sería un plan perfecto conseguir un coche de alquiler en Ibiza, hacer una escapada y descubrir toda su gastronomía.
Aunque no me han quedado mal y están riquísimos, necesito que alguien de la isla me explique cómo consiguen darle esa forma tan bonita!! Por mucho que lo he intentado, no he conseguido que mantengan la forma de lágrima que tienen los que puedes encontrar por allí.
Después de varios intentos para conseguir que me quedasen con la misma forma, decidí probar a preparar unas rosquillas con la masa, y el resultado me ha encantado!! De esta forma, tenemos dos postres distintos con la misma masa!!! No me digáis que no os entran ganas de hacer los Orelletes en casa!!
Empecemos con la preparación de estos deliciosos Orelletes Ibicencos!
Ingredientes
100 gramos de mantequilla
1 kg de harina
4 huevos talla M
Ralladura de la piel de 4 limones
½ vaso de zumo de naranja
1 sobre de levadura química (15 gr)
400 gramos de azúcar normal
1 litro de Aceite de girasol (para freir)
1 vasito de anís
2 cucharadas de Aceite de oliva
Elaboración
Batir los huevos con el azúcar. A continuación añadir la mantequilla junto con la ralladura de limón, el anís y el zumo de naranja. Integrar todo bien
Tamizar la harina junto con la levadura.
Agregar la mezcla de harina a lo que tenemos en la batidora y amasar.
Para terminar el amasado, pasar la masa a una superficie de mármol o similar.
Engrasar la encimera con una gota de aceite de oliva y estirar sobre ella un trozo de masa. Reservar.
Repetir este proceso con el resto de la masa.
Una vez que tengamos toda la masa estirada, volvemos a formar una bola con toda la masa y repetimos el proceso 2 veces más.
Ponemos a calentar el aceite de girasol en una cazuela o sartén con bastante profundidad. Debe quedar una altura de 2 o 3 dedos de aceite. Cuando el aceite esté caliente bajamos el fuego y lo ponemos a fuego lento para que se atempere y no nos queme la masa.
Estiramos la masa sobre una superficie engrasada. Debemos estirarla muy muy fina.
Cortamos la masa en forma de lágrimas de unos 10 cm de largo y le realizamos 2 cortes verticales en el centro. Si queremos que queden como los originales, deberemos usar un cortador de rueda acanalado.
Freímos los Orelletes por ambos lados hasta que toman un ligero color tostado. ¡Cuidado que se fríen muy rápido!
Los sacamos a una bandeja cubierta con papel de cocina para que suelten el aceite sobrante.
Los dejamos enfriar completamente y espolvoreamos un poco de azúcar por encima.
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